miércoles, 8 de abril de 2020

Miércoles Santo, 8 de Abril de 2020

Nuestra amiga se levantó, el ecuador de la semana llegaba, eso pensó.
Dibujo: Roberto Alonso
También se dijo que habría que aprovechar al máximo, y hoy Miércoles Santo no sería menos.

Por la mañana acudió a ver los preparativos de imágenes y pasos, se acercó a la Iglesia de Jesús, para ver al Nazareno y después a San Martín, para contemplar a la Piedad.
Esta noche saldrían ambos, eran imágenes con gran devoción dentro del pueblo vallisoletano.
Imágenes titulares de cofradías históricas.

El día estaba algo desapacible, grisáceo y hacía algo de fresco.
Por la tarde acudió a ver al Stmo Cristo de las Mercedes, en la Iglesia de Santiago Apóstol.
Desde allí se dirigió a la calle de Jesús, se ubicó justo enfrente del portón penitencial, nunca había presenciado la salida del Nazareno. Y este año tocaba, pero el gentío era enorme, la gente se agolpaba a las puertas y los que ya no entraban se dirigían al Plaza Mayor.

Dibujo: Roberto Alonso
Sonaron las 8:30 de la noche y el mayordomo de pasos de la hermandad abrió las puertas, el olor a incienso se percibía desde lejos; al poco comenzaron a salir nazarenos, niños y grandes, manolas y un pequeño grupo de Guardias Civiles, cuerpo hermando con la cofradía.

Al instante apareció el Cristo de la Agonía de Juan Antonio de la Peña, crucificado de bella factura, realizado hacia 1684, lo llevaban entre 4 hermanos, dos lo llevaban por los pies y otros dos cargaban con sus hombros. Ante su imagen se rezarían las 14 estaciones del Via Crucis, por las calles del centro de la ciudad, curiosamente este año se cumplían 100 años de esta procesión .

Al poco se oyó la marcha real y Jesús, el Nazareno, apareció en escena; la salida requiere de pericia y ensayos, sus hermanos de carga salieron de lado, .."impresiona verlo" pensó. Al poco de salir y revirar hacia la plaza echaron las andas al hombro y el Señor parecía caminar.
Emociona verlo y sentirlo.

Dibujo: Roberto Alonso.

Dejaron a tras la Plaza Mayor, las calles de lencería y lonja, para enfilar platerías; allí espera la Madre de la Vera Cruz con sus brazos abiertos, la llegada del hijo. Poco a poco van rezando estaciones y dejando calles, emociona ver mecerse al Nazareno, lento, de lado a lado, para poco a poco llegar ante las Angustias, donde se impartió la bendición y se cantó la Salve ante la Madre.



Tras ver este instante, nuestra soñadora se dirigió a la Iglesia de Santiago, quería ver al Cristo de las Mercedes, pero le fue imposible, no se cabía en el atrio de Santiago.
Se situó en la calle del mismo nombre y, tras oír el himno nacional y el golpe del llamador, supuso que la procesión se había puesto en marcha.


Dibujo: Roberto Alonso.
Contempló la majestuosa talla de Pompeyo Leoni pasar a su lado, vio la revirada hacia la Plaza Mayor, acompañó a la imagen hasta cascajares y así contemplar la entrada en la Catedral, donde se haría un acto de oración. 


Desde allí fue a buscar la procesión del Arrepentimiento, había salido a las 10:30 de las Calderonas, echó a correr pero la hermandad ya se encontraba en la Plaza de San Miguel.

Era la Cofradía de Ntro Padre Jesús Resucitado, que alumbraba a la imagen de San Pedro Apóstol, cuando éste negó al Señor. La imagen era del escultor Pedro de Ávila, de 1720.

La vio pasar por la calle de la Concepción camino del Convento de San Quirce donde harían un breve acto de oración en recuerdo del Apóstol y sus negaciones . Desde ahí nuestra "cofrade soñadora"se dirigió por San Blás hacia San Martín, quería presenciar la salida de la Piedad.

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