miércoles, 8 de abril de 2020

Del Miércoles Santo 8 de Abril al Jueves Santo 9 de Abril, madrugada en Valladolid

Nuestra incansable "semanasantera" dejó en San Quirce a San Pedro con sus lágrimas.
Veloz llegó a la plazuela de San Martín, quería ver a la hermandad de la Piedad; ... el bullicio y el gentío eran enormes.
Se encontró con un escuadrón a caballo de la Policía Nacional, hermano de honor de la Penitencial, éste se abrió paso entre la multitud y se encaminó hacia la calle de Chancillería.

Los cofrades, a la espera de las 12, estaban dentro de la Iglesia, el silencio era estremecedor. La plaza abarrotada de parroquianos, fieles, turistas y curiosos se agolpaban entre las estrechas callejuelas de la lira y los moros.
Las tascas y tabernas por decoro y respeto cerraron, al cabo de un rato las puertas de la parroquial se abrieron de par en par. Eran las 12, el Miércoles Santo se acababa de ir y el Jueves Santo acababa de llegar.
El frío era intenso, nuestra soñadora aguantaría un rato más.

El estandarte en negro, con la cruz roja histórica de la hermandad, salió; después le siguieron una cantidad enorme de niños y una banda de gaiteros, sonido novedoso sin duda y que extrañaba a los espectadores.
El primer paso apareció en escena, era el Santísimo Cristo de la Humildad, obra del escultor José de Rozas y que hizo para la cofradía en 1691.
Era un Ecce Homo que representaba la escena del "Aquí tenéis al hombre", frase famosa que dijo el romano Pilatos.

El olor a incienso era intenso, las hermanas de devoción le siguieron, iban ataviadas al estilo tradicional de la mujer española, con sus peinetas, devocionarios y rosarios, sin duda el mejor ejemplo de la belleza hecha devoción y ternura.
Los hermanos de penitencia llevaban sus cruces a cuestas y al punto el Entierro de Cristo salió por el portón, obra de Antonio de Ribera y Francisco Fermín. Ahora la cofradía le había rebautizado con el nombre de "Cristo de la Cruz a María".

Salieron una cantidad ingente de cofrades con su capuchón y su vela encendida, y al final, a lo lejos, apareció la Virgen de la Piedad, Nuestra señora de la Quinta  Angustia, adornada con una enorme cruz de la cofradía, con flores rojas.

Suena el himno nacional, la emoción invade a la concurrencia, los sentimientos afloran y unas lágrimas se escapan.

https://www.youtube.com/watch?v=hcLUyHmIIOk&t=328s

Lo procesión echa a andar, el viejo barrio de las batallas espera, batallas por tu pueblo, para que a todos nos ayudes en estos momentos de zozobra.
Evangelio, oración y salve se rezan, se cantan y se interpretan.
Llegas a tu destino hermosa y serena, tus cofrades te despiden entre lágrimas y lamentos sabiendo que la gloria en tres días llega.

Nuestra amiga, intrépida soñadora, quiere seguir soñando y recuerda sin demora que en San Benito el Cristo del Consuelo espera, allí llega para rezar la última estación del Via Crucis penitencial.
El majestuoso templo de San Benito, ahora de los carmelitas, recibe al Cristo del Consuelo, obra de Gregorio Fernández.

https://www.youtube.com/watch?v=Ymi3OfTiOdc

La madrugada se echa encima.
Nos aguarda el Jueves de la Cena.







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