domingo, 5 de abril de 2020

Domingo de Ramos, 5 de abril de 2020


Dibujo Roberto Alonso
Amanecía en la vieja capital castellana, el día era grisáceo, parecía como si las nubes tuviesen ganas de llorar. Nuestra protagonista dio un salto y desde su cama fue rápida a la terraza de la habitación, se asomó y vio que el cielo estaba plomizo, y su talante cambió, aunque se dijo; "es Domingo de Ramos, no puede llover".

Se arregló convenientemente, el día lo merecía, y tras un buen desayuno acudió a oír misa a la Catedral; le encantaba presenciar aquella bendición de las palmas y hacer aquella procesión intimista por los viejos vestigios de la Colegiata. 

El Cardenal Arzobispo impartió la bendición ante sacerdotes y cofrades e invitó a todos los presentes a presenciar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a lomos de un borrico.

Iban a dar las 12 y de repente, por la megafonía instalada en el centro histórico de la ciudad se oyó majestuoso un himno, era el Hosanna , al Hijo de David; que había marcado a varias generaciones de cofrades vallisoletanos a lo largo del siglo XX:

 https://www.youtube.com/watch?v=JbBxyQJU5sw

Nuestra intrépida y soñadora protagonista había ocupado un lugar privilegiado, entre las calles Arribas y Cascajares, allí en aquella esquina pudo ir viendo la incorporación de las diferentes cofradías y hermandades de Valladolid, los niños y niñas con sus palmas, el colorido de sus hábitos, el retumbar de las diferentes bandas de cornetas y tambores.

Dibujo Roberto Alonso
Y de fondo... de fondo se seguía oyendo el Hosanna al Hijo de David;  una vez conformada la planta procesional, apareció por la calle el viejo paso de tela encolada conocido como "la Borriquilla", decían los entendidos que obra de Francisco Giralte en el siglo XVI; lo portaban los hermanos de carga de la cofradía decana de la ciudad, la Santa Vera Cruz, y lo hacían de manera magistral al compás de la marcha Bendición.

La comitiva procesional siguió por la calle Regalado, nuestra protagonista debido a la gran cantidad de pueblo fiel congregado por los alrededores, no le quedó más remedio que ir a la calle de la Platería para poder ver la llegada de la procesión y presenciar el final de la misma.

Y es que ese día en Valladolid es muy difícil dar un paso, la calle Duque de la Victoria,la de Montero Calvo, Santiago e incluso la Plaza Mayor están atestadas de público, devotos y turistas. 

Así pues nuestra amiga imaginaria acertó, fueron llegando cofradías, niños y cofrades, palmas y estandartes; la calle Platerías estaba repleta. Sólo quedaba libre el pasillo central para ver pasar a la Borriquilla de nuevo y agitar con fuerza la palma y contemplar las palmas de todos en alto y en movimiento... es uno de esos momentos álgidos de la Semana Santa Vallisoletana.

https://www.youtube.com/watch?v=CEDY5gYWzEA

Los hermanos de carga acercaron el paso con solemnidad al portón penitencial, el Sr Arzobispo de Valladolid, desde el balcón de la Iglesia,... magnífica estampa si duda..., dirigió a todos lo vecinos de la ciudad unas palabras de cariño, así como anunciarles los días difíciles de la Pasión de Nuestro Señor.

Todos los niños al acabar batieron sus palmas, sonó el Himno Nacional y la querida Borriquilla volvía a su templo, a la espera de una nueva salida dentro de un año.


Dibujo Roberto Alonso
La algarabía y el júbilo continuaron por calles y plazas, mientras el resto de cofradías y hermandades se recogían en sus templos e iglesias.
Había que hacer un receso y la comida del Domingo de Ramos con amigos y familiares es obligada cita.

La ciudad espera en calma la tarde del Domingo de Ramos; este año nuestra protagonista quería ver de primera mano la salida del Cristo de Medinaceli de la Iglesia parroquial de San Martín; lo cargaban al estilo jerezano, a costal.

Se congrega una enorme muchedumbre a sus puertas, son las 7 en punto, el portón se abre y la Cofradía del Discípulo Amado aparece en escena. 
Poco a poco van saliendo niños y cofrades, es la cofradía más moderna de la ciudad, de repente el paso se acerca al dintel y la banda de la Piedad hace sonar la marcha Real y el Cristo, meciéndose, sale a la plazuela.


https://www.youtube.com/watch?v=coEH9qfRrfo

El desfile continúa por Rúa Oscura, Platerías y Plaza del Ochavo; el gentío es inmenso y la hermandad se dirige a la Iglesia Mayor, allí realizará un breve acto de oración para luego regresar a su casa, a su templo parroquial.

https://www.youtube.com/watch?v=xfMDl6TbG2w

Dibujo Roberto Alonso
El día va llegando a su fin, pero a nuestra protagonista le quedan fuerzas para ver a la hermandad de las Siete Palabras con el Cristo de los Trabajos, obra de Gregorio Fernández, que lo traslada desde la Iglesia de Filipinos hasta la de Santiago.

Llega corriendo para ver su emotivo paso por el Paseo central del Campo Grande, a oscuras, solamente alumbran las velas de sus hermanos cofrades, que con mucha solemnidad y arte lo llevan hasta el templo del patrón de España y allí rendirle un emotivo besapié.

https://www.youtube.com/watch?v=oR4XWFIh3fo

Las fuerzas escasean, pero ese gesto de cariño al crucificado es de obligado cumplimiento.

Mañana será Lunes Santo y otra aventura hermosa aguarda a nuestra soñadora intrépida de esta peculiar Semana Santa de Valladolid 2020.

















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