viernes, 21 de diciembre de 2012

Que Cristo renazca en nuestras vidas


Evangelio según San Lucas (Lc 2, 1-14)

Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo.
Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino.
Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.
Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.

Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.
Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.
El ángel les dijo:

«No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»

Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:
«Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»
Palabra de Dios.

Desde este blog, dedicado en su mayor parte a nuestra hermandad, sin obviar otro tipo de noticias o datos de interés... Desearos a todos, os llaméis como os llaméis, provengáis de donde provengáis, pues acogemos a todos: simpatizantes, lectores, curiosos, cofrades, semanasanteros, amigos, pucelanos,.... una Muy Feliz Navidad y Bondadoso Año 2013.


Que Cristo, Nuestro Bien, renazca de nuevo en nuestras vidas y en nuestros corazones.
Que sea la Luz que nos ilumine en esos días de penumbra.
Que sea la Sal que nos condimente cuando nos falte la Fé.
Que sea el Norte de nuestra Vida, que su brújula nos guíe por su senda.
Que su Amor nos cobije, que su Aliento nos anime.
Que no decaigamos nunca, ÉL siempre está ahí...

Terminamos y os dejmaos con esta preciosa Oración de San Ignacio de Loyola:

"Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria,
mi entendimiento y toda mi voluntad.
Todo mi haber y mi poseer.
Vos me lo disteis, a Vos Señor lo torno.
Todo es vuestro, disponed de toda nuestra voluntad.
Dadme vuestro amor y gracia que éstas me bastan".
Amén.

San Ignacio de Loyola

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Aniversarios...



Hace un año la imagen de Ntra Sra de la Piedad regresaba a la Iglesia de San Martín. Parece que fue ayer, pero no, han transcurrido 365 días.

Un año. Y afortunadamente a nuestra Madre ya se la puede contemplar en su capilla. A donde debió volver mucho antes.










Hoy recordamos este 1er aniversario.
Fue el Domingo 18 de Diciembre de 2011 a las 7 de la tarde.
Desde la Iglesia de San Martín la hermandad partió para recoger a la Virgen de la Piedad, que esperaba al cobijo del otrora Colegio de los Dominicos de San Gregorio.
Desde allí regresaron para definitivamente ubicarse en su actual “casa”.

La primera fue la capilla de Nª Sª de la Soledad del desaparecido Cto de San Francisco. Allí en aquel retablo la ensambló Xaques del Castillo en 1627, después de que Gregorio Fernández terminase, días antes,  sus últimos retoques con su extraordinaria gubia.
Compartió templo durante más de 200 años con otras joyas de la escultura castellana, como el Entierro de Juan de Juni.



En 1836 fue traslada a San Martín.
Y en 1927, 300 años después de su creación, salía por vez primera en procesión por Valladolid.

Ha estado por dos veces cobijada en el Cto de las Hermanas Franciscanas de las Descalzas Reales, 1965 y 2001. Paradojas del destino. Pues si la rama masculina la vio nacer, la femenina la ha cuidado últimamente.





 
En 2027 se conmemorará su 4º centenario desde que fue realizada y terminada por el maestro del barroco castellano y su 1º centenario de su primera salida procesional.
Sin duda ese año de 2027 será importante en la ya dilatada historia de la Cofradía.
Habrá que ir preparándose.


 Fotografías: Chema Concellón.
(con su licencia y permiso)

lunes, 17 de diciembre de 2012

Cofradías de Valladolid: I

Valladolid, por desgracia, ha perdido casi la totalidad de cofradías y hermandades que la dieron vida en siglos pasados. Hubo una gran cantidad de ellas: de Ánimas, Asistenciales, Devocionales, Gremiales, Sacramentales y Penitenciales.
Estuvieron establecidas en Parroquias, Ermitas, Conventos y Hospitales.

Trataremos desde el estudio hecho por Margarita Torremocha (U.V.A) dar una breve explicación de aquellas que existieron.
Así por tanto y empezando por las Parroquiales había en la:

IGLESIA DE STA. Mª. DE LA ANTIGUA:

1.-Cofradía de Ánimas Pobres: Su misión era hacer el bien y decir misas por las almas de los pobres del Hospital de Esgueva.
2.-Cofradía de Caballeros Abades de Nuestro Señor San Miguel: Administraban un hospital.
3.-Cofradía de Caballeros escuderos: Sus cofrades atendían a los enfermos del Hopital de la calle de Francos, que estaba agregado al de Esgueva.
4.-Cofradía de Caballeros de Santa María de Esgueva.
5.-Cofradía de la Santísima Trinidad: Dirigió un hospital, hasta que se incorporó al de Sta. Mª de Esgueva.
6.-Cofradía de Ntra Sra de la Zarza: Era gremial, formada por el gremio de los "cordoneros", data de 1604.
7.-Cofradía de Ntra Sra de los Ángeles.
8.-Cofradía de San Crsipín y San Crispiniano: Gremial, de los zapateros de obra, data de 1613.
9.-Cofradía de San Eloy: De ánimas, data de 1701.
10.-Cofradía del Rosario y Santos Mártires: devocional.
11.-Cofradía Sacramental y de Ánimas de Sta Mª de la Antigua.
12.-Cofradía de la Preciosísima Sangre de Ntro Señor Jesucristo: Penitencial,  desde 1929.

IGLESIA DE SANTIAGO APÓSTOL:

1.-Cofradía de Ánimas y San Antonio Abad: de Ánimas y gremial, a ella pertenecieron comerciantes y escribanos de número.
Había misa diaria de 12, y se ayudaba a huérfanas y a enterrar a sus cofrades. Desde 1593.
2.-Cofradía de Ntra Sra de la Cabeza: desde 1537.
3.-Cofradía de Nª Sª de la Concepción y de San Cosme y San Damián: Gremial de Barberos y Cirujanos. Desde de 1578.
4.-Cofradía de Nª Sª de la Salve: desde 1593. Ayudaban a huérfanas.
5.-Cofradía de San José: Gremial de Maestros de obra, desde 1614.
6.-Cofradía de Santa Lucía: Del gremio de tejedores de lienzos, desde 1558.
7.-Cofradía de Santo Ángel de la Guarda: del gremio de los toqueros. desde 1598.
8.-Cofradía de Nª Sª de la Natividad: Gremial de maestros pasamaneros, desde 1625.
9.-Cofradía de Nª Sª del Pilar: hermandad del Rosario, desde 1727.
10.-Cofradía del Stmo. Cristo de la Misericordia: desde 1627.
11.-Cofradía del Stmo. Cristo de las Mercedes: desde 1627.
12.-Cofradía Sacramental y de Ánimas de Santiago Apóstol: Ayudó a un hospital agregado al de la Resurrección.
13.-Cofradía de las Siete Palabras: Penitencial, desde 1929.

IGLESIA DE SAN LORENZO:

1.-Cofradía Sacramental y de Ánimas de San Lorenzo.
2.-Cofradía de la Salve: Patrona de la Memoria fundada por María de Gracia.
3.-Cofradía de San José de los niños expósitos: Data de 1540, en 1553 se le agregan las hermandades de Nª Sª de la O, Nª Sª de Gracia y la de San Llorente.
Administraron su hospital.
4.-Cofradía de Ntra Sra de la O: Se vinculó en 1553 a la de San José. Administró un hospital que dependió del de la Resurrección.
5.-Cofradía de la Real y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de San Lorenzo, patrona de Valladolid:  Aunque ya había constancia de su existencia en el siglo XVII, se crea como tal en 1781

IGLESIA DE SAN MIGUEL:

1.-Cofradía de los Cuatro Evangelistas: integrada por miembros de la Real Chancillería, data de 1565.
2.-Cofradía de Nª Sª de la Compasión y el Corazón de Jesús: de Ánimas y sufragios. Data de 1727.
3.-Cofradía de Sta Polonia: del Gremio de los zapateros, fundada en 1563.
4.-Cofradía de San Entropio: fundada en 1595.
5.-Cofradía de Nª Sª de la Esperanza: formada por parroquianos que realizaban sufragios y luminarias. Fundada en 1555.
6.-Cofradía de Nª Sª de la Aparecida: de Ánimas, data de 1635.
7.-Cofradía de Nª Sª de la Natividad: fundada en 1539. De Ánimas.
8.-Cofradía de Nª Sª de la Caridad: formada por Caballeros, que administraban el Hospital de la Caridad, fue fundada durante el reinado de Enrique IV, antes de 1469.
9.-Cofradía de Nª Sª de la Cerca: del Gremio de los cocheros, fundada en 1647.
10.-Cofradía de Nª Sª de la Paz: de Ánimas y sufragios, fundada en 1598.
11.-Cofradía de Nª Sª del Rosario: fundada en 1744.
12.-Cofradía de Nª Sª de la Concepción: fundada en 1650.
13.-Cofradía Sacramental de San Miguel: daban culto al santo y regentaban un hospital. Data de 1597.
14.-Cofradía del Descendimiento y Santo Cristo de la Buena Muerte: Penitencial, desde 1939.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Aquel 13 de Diciembre de 1474 en Castilla

Hoy hace 539 años que fue proclamada Reina de Castilla, Isabel la Católica, en la ciudad de Segovia

Por eso hoy, en este momento histórico, en el que está abierta su causa para ser proclamada beata, queremos destacar su labor al frente del Reino que tanto amaba y por honrar y favorecer a todos aquellos a los que pudo, con su oración y su trabajo.

La página web reinacatólica.org acaba de actualizarse, siguen manteniendo su causa abierta y trabajando para que todo este proceso llegue al final del camino.

Hoy 13 de Diciembre, queremos rememorar dicho acontecimiento con las palabras que se escribieron en 1974 para postular su causa, desde el punto de vista histórico. (Del libro "Perfil moral de Isabel la Católica.
Parte I: Síntesis biográfica.")

Así fue y así sucedió en Castilla, hace 539 años:    

Ceremonia de la proclamación. 13 de Diciembre de 1474. Segovia, Castilla.

Con asistencia del Nuncio, el día de San Juan Apóstol,  en ella y en el ACTA que en ella se extendió, va a aparecer la princesa Isabel, a sus 23 años de edad, abrazada al pendón de Castilla que portaba en sus manos, ante el altar de la iglesia de san Miguel. Allí "ofreció el dicho su pendón a Dios en manos de un preste que en el dicho altar estaba”, en presencia del Nuncio.
Ofrecimiento profundo, nunca fallido en treinta años de Reinado.

El orden de la proclamación se verificó en tres tiempos, en los cuales se han especificado los hechos históricos y los fundamentos jurídicos de la sucesión de Isabel al trono. Todo ello en el ACTA:

1º El Concejo de Segovia, en la iglesia de San Mtguel donde celebra sus sesiones "de uso e de costumbre", recibe a dos mensajeros de la Princesa enviados desde el alcázar, Alonso de Quintanilla y Juan Díaz de Alcocer; solicitan del Concejo que sea jurada por Reina, previa declaración de los enviados de Madrid sobre la muerte del Rey.
La Princesa dice que esto se pide en virtud del derecho de sucesión de su hermano el Rey, fallecido "sin dexar fijo ni fija legítimo heredero". El Concejo accede "aviendo como han por cierto e notorio" que el Rey no ha dejado "fijo ni fija legítimo que herede estos dichos regnos", como a continuación explicarán.

2º En la plaza mayor, "en un cadahalso de madera que estaba fecho en el portal de la dicha iglesia [de san Miguel] contra la dicha plaza". Aquí es la ceremonia de la proclamación. La Princesa, "asentada en su silla Real", "estando ende con su Alteza, Micer Leanoro de Lianoris, Nuncio de nuestro muy Santo Padre". (Lo fue de 1472 a 1475). "E muchos cavalleros e nobles", "e muchos Religiosos de las Ordenes de san Francisco e santo Domingo; el cabildo de la Catedral y el Clero, representados por don Nuño Fernández de Peñalosa, arcediano de Sepúlveda y don Esteban de Daza, protonotario; todo el Concejo de Segovia, citados sus nombres.

El doctor Díaz de Alcocer, dirigiéndose a la Princesa, expresa las razones jurídicas de la sucesión: "que el Rey ha muerto sin dejar fijo ni fija que pueda heredar", y ésto lo funda en el reconocimiento que de ello hizo el Rey: “reconosciendo aquesto la ovo intitulado e jurado por Princesa e su legítima heredera... en un día del mes de setiembre del año... mill e quatrocientos e sesenta e ocho años e mandó eso mesmo a los perlados e cavalleros e letrados"; "e rogó e pidió a don Antonio Jacobo de Véneris, Legado Apostólico que allí estava presente que confirmase el dicho acto por la abtoridat apostolica e lo mandase guardar e los compeliese a ello por censura eclesiástica, lo qual todo el dicho Legado fizo e mandó" (Acta, Id.).

Queda patente que Isabel la Católica fundó sus derechos sucesorios EN LA CONCORDIA DE GUISANDO, firmemente autorizada por el Legado Apostólico, nunca revocada por el Papa Paulo II, reafirmada por su sucesor el Papa Sixto IV con una nueva Legación. Todos los vaivenes de la política, desde Guisando hasta la fecha de esta ceremonia, han sido tenidos por Isabel como cosa vana, jurídicamente hablando.

Dicho esto, se toma juramento a la Reina: "juraba e juró por Dios e a la señal de la cruz en que puso su mano derecha e por las palabras de los santos evangelios... sobre que, asimismo, puso su mano derecha, que SERÁ OBEDIENTE A LOS MANDAMIENTOS DE LA SANTA IGLESIA Y QUE HONRARÁ LOS PERLADOS E MINISTROS DELLA E DEFENDERÁ LAS IGLESIAS, A TODO SU LEAL PODER, e que mirará por el pro e bien común de los dichos sus regnos de Castilla e de León... e mantendrá sus súbditos en justicia como Dios mejor le diese a entender, e no la pervertirá". El juramento se extiende a los privilegios de personas, ciudades e instituciones según el derecho de Castilla que obligaba a los Reyes.

Entonces todos los presentes, “fincadas las rodillas ante su Alteza dixeron que ellos, por sí, e en nombre de los dichos sus regnos rescibían e reconoscian a la dicha señora Regna doña Isabel por su Reyna e señora natural propietaria destos dichos reynos como a hermana legítima e universal heredera de dicho señor Rey".

El acta reseña una ceremonia larga, en la que no falta la confirmación de la tenencia del alcázar de Segovia a don Andrés de Cabrera, que aquí aparece; instrumento ejecutor de todo el plan nobiliario de elevar a Isabel al trono.

Por fin, "los reyes de armas" dieron el grito de ritual: "Castilla, Castilla, Castilla por la muy alta.,. reyna e señora, nuestra señora la reyna doña Ysabel e por el muy alto e muy poderoso Principe, Rey e señor nuestro señor el Rey don Fernando, como su legitimo marido".

3º En la iglesia de san Miguel, la ceremonia breve de postrarse la Reina en oración y ofrecer el pendón de Castilla a Dios ante el altar, como se ha expresado ya

El 2 de Enero de 1475 fue proclamado Rey de Castilla su esposo Fernando

Y se añade que los Reyes Católicos: "FUERON ELEGIDOS POR DIOS POR VISIBLE MILAGRO DE SU PROVIDENCIA”

lunes, 10 de diciembre de 2012

NOS HAN ROBADO LA MULA Y EL BUEY

Llega la Navidad, tiempo entrañable para todos, y días en los que volveremos a estar con aquellos a quienes amamos y queremos. Nos juntaremos en torno a una mesa para compartir lo que tenemos y lo que somos, y cómo no para conmemorar que Cristo, Nuestro Señor, nace y se hace hombre como nosotros.
Quien más y quien menos tendrá presente un "Portalito de Belén", para recordar de manera visual, aquello que aconteció en Belén de Judá hace 2000 años.
Y pondrá al buey y a la mula, ¡sólo faltaría!
Desgraciadamente siempre hay quien de manera intencionada aprovecha lo que el Papa o la Iglesia hace o dice para entrometerse y criticarlo absolutamente todo.
Como el último libro de Benedicto XVI, el que hace referencia a la infancia de Jesús.
Afortunadamente hay personas, como nuestro amigo Mario, que se han molestado en mostrar la verdadera realidad de las palabras de su Santidad.

Este es su artículo, merece la pena saber para luego opinar.

NOS HAN ROBADO LA MULA Y EL BUEY


Mario ALONSO AGUADO, O. de M.
Académico y Escritor.

Hace unas semanas desayunábamos con la insólita noticia de que el Papa Benedicto XVI había mandado suprimir la mula y el buey de los tradicionales belenes. Diversos medios de comunicación social, no se si malintencionados, pero si al menos desinformados, airearon la noticia creando un revuelo mediático. Entonces si que se montó un belén y se armó la marimorena. En alguna tertulia radiofónica llegaron a decir que nos habían robado la mula y el buey de los recuerdos navideños de nuestra primera infancia.

De entrada, todo esto me hace pensar que aquellos que pretenden relegar a la Iglesia a un segundo plano, arguyendo que los cristianos han perdido significatividad en la sociedad y que todo aquello referido a la Iglesia ya no es creíble o no vende; esos mismos son los que ahora, contradictoriamente, se encargan de que la Iglesia salte al primer plano de la actualidad informativa. Eso sí, siempre con temas estrambóticos, escabrosos, oscuros, maldicientes, que repercuten negativamente en la imagen pública y en la reputación y autoridad moral eclesial. La objetividad informativa de ciertos comunicadores brilla por su ausencia, y muchos ciudadanos de a pie se tragan con una facilidad pasmosa todo cuanto leen u oyen. Son pocos los que acuden a las fuentes originales buscando información cierta y contrastando distintos puntos de vista.

¿De verdad que el Papa ha desautorizado la práctica tan entrañable y popular de poner el belén en nuestros hogares, y, más en concreto, de colocar las figuras de la mula y el buey junto al pesebre? nada más lejos de la realidad. El Papa en su reciente libro “La Infancia de Jesús” (Editado por Planeta), último volumen de su trilogía sobre Jesús de Nazaret, en el que se basan las informaciones a las que nos venimos refiriendo, escribe lo siguiente: “María puso al niño recién nacido en un pesebre (Cf. Lc. 2,7). De aquí se ha deducido con razón que Dios nació en un establo, en un ambiente poco acogedor –estaríamos tentados de decir: indigno-, pero que ofrecía en todo caso la discreción necesaria para el santo evento (…) El pesebre hace pensar en los animales, pues allí es donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de animales” (pp. 74 y 76).

Pero el Papa Benedicto, afamado teólogo y acreditado profesor universitario durante décadas, especifica “la mediación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, refiriéndose a Isaías: El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño: Israel no me conoce, mi pueblo no comprende”.

Lo que está claro es que el Papa no ha negado en ningún momento la presencia de la mula y el buey en los belenes. Y por si quedara poco claro, Benedicto XVI concluye su explicación con estas rotundas palabras: “Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno” (pp.76-77). No hay, pues, que temer. La tradición belenística que comenzó el santo de Asís en el siglo XIII puede continuar adelante incluyendo los dos animales que alientan y dan calor al niño Dios.

Antes de abrir la boca para hablar, antes de ponerse ante el teclado de un ordenador para escribir, convendría informarse previamente y no lanzar opiniones o informaciones a la ligera, intentando desviar la verdad de la cruda realidad que vivimos y padecemos, distrayendo al personal con otros temas menores. Pongamos el belén, con las figuras del misterio al completo, que no falte en los hogares, en las familias, en las parroquias, en los conventos, en las sedes de Hermandades y Cofradías, en todos aquellos lugares que nos resulten más cercanos y familiares.

Estemos tranquilos. La mula y el buey no son una mera invención piadosa de la religiosidad popular, sino que van mucho más allá: se han convertido en acompañantes del acontecimiento salvífico de la Navidad, en virtud de la fe de la Iglesia, de la unidad y relación existente entre las profecías del Antiguo Testamento que se ven cumplidas en el Nuevo. Recordemos de nuevo las palabras del Papa: “ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno”. Para todos, Feliz Navidad.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Madre de Piedad.


Magnífica fotografía de nuestra imagen, la publicada por el blog Semana Santa en Valladolid y realizada por la mano maestra de Chema Concellón, que queremos rescatar aquí, con su permiso.
Enhorabuena a ambos.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Aquel patrimonio hoy desaparecido y perdido


Nuestra cofradía, y sería bueno recordarlo, mantuvo un rico patrimonio que desafortunadamente no pudo o no supo gestionar, ni conservar.
Sin duda su desafortunada y ajetreada historia contribuyó de manera notable a su descuido y finalmente a su pérdida.
De todo lo que dispuso hoy tan sólo conserva su nombre y su pasado, que no es poco, pero esperemos que en un futuro cercano pueda llegar a obtener una pequeña recompensa en este sentido.
De toda la hacienda de la que dispuso la Piedad a lo largo de los años, una gran parte de ella fue destinada a la creación y conservación de sus pasos procesionales. Otro tanto a vestidos y ropajes y algo de ella a enseres y estandartes.

Por ejemplo en cuanto a dinero se refiere:
En 1595: se gastan 262 reales y 8.960 maravedíes en hacer 2 pasos nuevos. Y 100 reales en su restauración. Es de suponer que éstos serían los que se realizaron en papelón a finales del XVI.
En 1599 se invierten 3 ducados en pintar el rostro de la Soledad. Ésta imagen se terminaría en 1600, por Pedro Gómez de Osorio. Presumiblemente es la que hoy en día se encuentra en la parroquia del Carmen.
En 1601 se compra madera y clavos para el paso de la Lanzada.
En 1604 se “rematan los calvarios”, se compra el velo de Ntra Sra de la Piedad, “borceguíes” para el Longinos y “tafetán y turbantes” para Nicodemo y José de Arimatea.

Además se realizaron nada más y nada menos que hasta cuatro Cristos, dentro de la tipología de los Ecce-Homo:

.-El Cristo de la Humildad (José de Rozas, 1691). Hoy en día en un lateral, dentro del Santuario, es el que se debería recuperar en espacio corto de tiempo.
.-El “antiguo”, o “primitivo” también llamado “peregrino”, hacia 1590? Y que dejó de procesionarse hacia 1677, debido a su mal estado.
.-El denominado “Cristo del perdón” (siglo XVII)
.-Uno pequeño en actitud orante, con vitrina.

Siguiendo con las intervenciones artísticas:

1631: El entallador, Juan Raposo, hizo “una cruz para la Soledad”. De la que actualmente no hay noticias.
1684: José Antonio Barreda pintó el retablo del Cristo del Perdón. También en ese año este pintor doró la reja de la capilla de la Piedad y pintó las andas y las encarnadura del Ecce-Homo (el antiguo o primitivo, ya que el de Rozas data de 1691)
1696: Una devota del Cristo Yacente, del paso del Entierro, dio limosna para que se dorase su retablo. Lo doró en 1698 Sebastián Puerta. Y en 1700 Juan Guerrero lo ensambló.
1733: Se restauran todos los pasos por Santiago Prieto.
1736: Pedro de Sierra realiza una “talla de Nuestra Señora con el niño en su regazo”. De la que tampoco hay constancia hoy en día.
1737: Se hace una Dolorosa o Soledad (“imagen nueva de Ntra Sra”) para la Cruz.
1865: Se compran 4 faroles para las andas del Cristo de la Humildad.
1867: Se destinan fondos para restaurar el Sepulcro y el Cristo de la Humildad.
1868: Se adquieren “caballos” de madera para los pasos.
1898: Se restauran y recuperan alhajas y ropajes de las dos imágenes Soledad y Piedad.
1906: Los vestidos de Ntra Sra de lo Soledad y de la Piedad eran:

*Una camisa de hilo.
*Una toca de tul.
*Un peto.
*Un traje de tisú blanco.
*Un traje morado, con mangas, delantal y manto.
*Un traje de Damasco blanco con flores.
*Un traje de tisú raso en verde.
*Un traje de moaré verde.
*Un manto de seda blanca brochada y forrada de tafetán encarnado.
*Una delantera con chaquetilla de brocatel blanco con encaje de oro falso
*Una banda de seda encarnada.
*Una banda de moaré blanca.

Y en 1926 los objetos de los que disponía la hermandad eran:

3 cantoneras y una cruz de plata.
1 medalla de estandarte de plata.
1 estandarte rojo, bordado con dorado.
1 cruz y remate de estandarte plateado.
2 sabanillas de altar.
1 cortinilla para sagrario.
1 caja con una plancha de cobre.
1 sello de metal de la cofradía de la Piedad.
15 libros de pergamino con el historial de la cofradía de la Piedad.
Los estatutos de 1898.
4 atados del año con papeletas de Juntas, de cuotas y de entradas de cofrades y de Novenas.
1 atado con fotografías del Altar Mayor de San Antón.

Sin duda mucho se disipó, lo más significativo es la pérdida o la desaparición de: “la cruz para la Soledad”, la imagen de “Nuestra Señora con el niño en su regazo” y “la nueva talla de Nuestra Señora” del año 1737.
¿Dónde fueron a parar? ¿Estarán ubicados en algún museo o iglesia?.
Desgraciadamente no hay respuesta para estos interrogantes.
El tiempo nos lo dirá, al menos eso es lo que hay que esperar.



lunes, 3 de diciembre de 2012

Adviento 2012

No podemos vivir adormilados, ni ir por la vida con el pijama puesto y la mente embotada pensando en el dinero, o en los regalos o en cosas que, en el fondo, no nos hacen ser felices.
Adviento es tiempo de despertarse con alegría. El reloj del Adviento es reloj que impulsa y despierta. Nos invita a velar, a permanecer despiertos, vivos, activos, comprometidos, con un rumbo claro y no equivocado.
Nos encaminamos hacia Belén. Se ve la Estrella en el horizonte, la cueva…


Ahora toca dejarse prender por la vela de este tiempo de adviento, que nos impulsa a no caminar en la oscuridad ni en el ensueño, sino en la senda de la búsqueda y del encuentro.

Haz latir el corazón del mundo.
Andas siempre agobiado que lo que buscas es salir,desconectar, escapar, huir…
Y Dios te mira…
¡Te ve tan despistado!
Que decide entrar donde tú no te atreves.
Dios quiere habitarte.
Hijo. ¿Cómo andas de espacio?
Ya es hora que despiertes del sueño.
Porque te he dado un vistazo y me gusta lo que he visto.
Déjame entrar, siente mi corazón latiendo dentro de tí.
Tendrás más espacio del que nunca tuviste.

Que este Adviento nos comprometamos... está tan cerca Cristo.

martes, 27 de noviembre de 2012

ISABEL I DE CASTILLA: "Sierva de Dios"

¿Por qué la Iglesia de Valladolid desea que Isabel La Católica sea canonizada?

Isabel I de Castilla

Por Don Braulio R. Plaza, anterior Arzobispo de Valladolid, actual Arzobispo de Toledo y primado de España.

Con fecha de 30 de Marzo de 1974 se aprueba la “Positio super scriptis”. Con ella la Reina Isabel I de Castilla es declarada “Sierva de Dios”.

Muchos de los historiadores actuales tropiezan con un obstáculo, a veces insuperable, para comprender la vida y la obra de Isabel I de Castilla, porque las referencias a la fe, la moral y la piedad cristiana inundan de tal modo todos sus actos que los tornan inasequibles para el orden de valores en que hoy nos movemos. En otras ocasiones, confunden santidad con falta de imperfecciones e incluso con fallos y pecados. Pero lo cierto es que, en un mundo, como el del siglo XV, en el que se busca como meta la fama que perdura, ella trató de alcanzarla mediante el "saneamiento de su conciencia" cumpliendo lo que entendía que era voluntad de Dios y de su Iglesia.

1.- EL DEBER BIEN CUMPLIDO:
Por otro lado, la impronta que en España, y más aún en América, ha dejado tan singular actitud es, sin duda, la herencia concreta: la parte más numerosa del Pueblo Católico, al dirigirse a Dios, habla en español.
Desde su primera juventud aprendió Isabel de sus maestros, frailes y algún obispo, que el cumplimiento del deber, en obediencia a las leyes morales, debía anteponerse a cualquier otra consideración. Y cuando las circunstancias la colocaron en la difícil coyuntura de reclamar la sucesión de la corona, aplicó estos criterios. Por ejemplo, cuando los nobles que rechazaron la idea de que Enrique IV pudiera legar el trono a quien no reconocían como infanta, quisieron proclamar reina a Isabel, tras la muerte de su hermano Alfonso, ella se negó. No porque admitiera que su sobrina Juana pudiera ser la heredera legítima, sino porque sus convicciones le impedían incurrir en los errores que ella trataba de corregir.

La Monarquía era para ella una forma para la gobernación de los Estados de tal naturaleza que se basaba íntegramente en el respeto a la ley, a las legítimas leyes heredadas y a las constituciones propias del reino. Y, por encima de todo, sometida a los principios de la ley divina, de modo que no pueda ser defendida con mentira o injusticia. Cuando quisieron imponerla un marido, Isabel mostró energía sobrehumana para casarse con Fernando, no por razones románticas, sino por su convencimiento de que esta unión de ambas coronas sería lo mejor para la comunidad cristiana que formaban los dos reinos.

PRUDENCIA, TEMPLANZA Y HUMILDAD:
En medio de la disolución de costumbres de los nobles de la época, fue una mujer austera; por virtud “nunca bebió vino, sino agua”, y fue de tal castidad que sorprendía a cuantos la conocieron. Transformó su Corte en "la más limpia de Europa". Y ello no impidió que acogiese y cuidase a numerosos hijos ilegítimos, incluso a los de su propio marido, o a los de la reina Juana, mujer de Enrique IV, y hasta a los hijos sacrílegos del Cardenal Mendoza, persona ejemplar, pero después de una juventud inconsciente.

Fue mujer de consejo y mujer prudente. Escuchaba antes de resolver ningún asunto. Sus consejeros son personas de mucha valía: Fray Hernando de Talavera, los Cardenales Mendoza y Cisneros, Gutiérrez de Cárdenas, Gonzalo Chacón, el converso Andrés Cabrera y el judío Abraham Señero. Estableció en su Corte "escuelas" para la formación humana y cristiana de sus hijos y de un numeroso grupo de damas, caballeros y criados, con maestros de la categoría de Pedro Mártir de Anglería.

Era austera, templada y prudente. Sobre todo, destacaba en la piedad y en la justicia. Un examen minucioso de las sentencias de esta mujer culta que se nos han conservado, y que son abundantísimas, sorprende precisamente por su imparcialidad. Igual absuelve a un plebeyo como condena a un noble, por ejemplo al Almirante Enríquez, primo del Rey, que fue desterrado. También supo esta virtud Cristóbal Colón, cuando quiso reducir a esclavitud a sus súbditos.

LA FE EN CRISTO y LA DEVOCIÓN A LA EUCARISTÍA:
Otro aspecto importante de la vida cristiana: la devoción y vivencia de la Eucaristía Isabel la vivió con intensidad. No le importa incluso escribir a los obispos del Reino, de su propia pluma, una carta en la que expone la situación de cierto descuido que existe en la atención del Tabernáculo y en la renovación de las sagradas especies, porque “es cosa del servicio de Dios e que todo cristiano debe procurar”. La relación de
las limosnas que hacía ocupa hoy gruesos volúmenes, sabiendo que prohibió a sus limosneros que nadie supiera tal relación e incluso que la quemara, cosa que no hizo, por lo que no hace mucho tiempo se descubrieron en Simancas tales documentos.

La fe religiosa, como aglutinante de los pueblos, era una de las más esenciales preocupaciones de los gobernantes del siglo XV. La sociedad de entonces compartía, sin discutirla, esta doctrina. Pero en no pocos reyes había una gran diferencia entre lo que teóricamente se afirmaba y su conducta práctica. La Reina Isabel se empeña en hacer de la doctrina realidad. Está convencida de que éste es su deber. Y hace de su vida un empeño continuado en el servicio de Dios y de su Iglesia.

Para ella el restablecimiento de la unidad religiosa en su reino requería dos empresas: liberar el Reino de Granada de los musulmanes, y depurar la Cristiandad de influencias religiosas ajenas. No hacía mas que obedecer la voluntad de la Iglesia que pedía a los reyes que vigilasen cuidadosamente las desviaciones doctrinales, y tenía procedimientos para subvencionar la guerra contra el Islam.

La Reina y Santa Beatriz.
No se podría hoy defender en el siglo XXI la intervención de la Iglesia en tales asuntos; pero ésa era la práctica aceptada en aquellos tiempos. La publicación de importantes documentos nos revela hoy una evidencia para muchos ignorada: siendo grande el rigor con que se procedió, la Inquisición, por ejemplo, fue mucho menos cruel que otros tribunales y los casos de ejecución de reos en España fueron mucho menores
que en Inglaterra, tanto de católicos como de protestantes.
Este tema de "la unidad religiosa" era norma universal que más tarde Martín Lutero definiría con el principio cuius regio eius religio, reconociendo al príncipe soberano el derecho de imponer su religión a sus súbditos. Isabel, por el contrario -cuius religio eius regio-, tuvo el empeño de acomodarse en su gobierno a la religión cristiana, reconocida por el pueblo como la única y verdadera y adaptar las leyes a los principios
morales del cristianismo, y su conducta a la obediencia del Sumo Pontífice.

LA PAZ y EL PERDÓN EN CASTILLA:
No fue muy pacífico el reino que heredó Isabel. Pero tenía ella como meta para sus reinos la paz y, como medio para conseguirla, el perdón de los vencidos. Es éste uno de los capítulos más luminosos de su biografia y perfectamente demostrado en la abundante documentación del Archivo de Simancas y de las Casas nobiliarias.
Perdona al Duque de Arévalo y al conde de Plasencia, que habían despojado a su madre de su señorío de Arévalo. Perdonó al arzobispo Carrillo, que puso sus gentes y sus fortalezas al servicio del rey de Portugal para entrar en Castilla en 1478. Ese mismo año firma la paz con Francia. Y poco después, en un encuentro singular con la infanta Isabel de Portugal, al que asisten "ellas dos solas", se sientan las bases para una
paz duradera con el país vecino. Y no duda en que su propia hija, "la señora infante doña Isabel aya de ser puesta en tercería" en garantía de esta paz.
Y cuando Carlos VIII de Francia, incumpliendo sus pactos, invade la frontera cátalo aragonesa y el rey Fernando, su esposo, se dispone a enviar un numeroso ejército, “1a preocupación de la Reina era mayor por los franceses que pudieran perecer a manos de los nuestros, que por sus propios soldados", asegura Pedro Mártir de Anglería. Y "recorrió monasterios de religiosos y religiosas" en petición de oraciones para que no se derramase sangre de cristianos. Y "pasó aquel día en oración y ayuno riguroso, de rodillas, con todas las damas y doncellas que tenía en palacio". Ciertamente no hubo batalla: los franceses se retiraron.

LA REFORMA EN LA IGLESIA:
Como sabemos, la reforma de la Iglesia era un sentido deseo por todos los pueblos europeos de la cristiandad de entonces. En España este deseo fue hecho realidad gracias a los buenos oficios de la Reina. Con sólo el derecho de “suplicación" consiguió Isabel que aquellos Papas del Renacimiento y, especialmente de Alejandro VI -buena paradoja- un plantel de arzobispos y obispos de una gran talla en virtud y celo pastoral, cuyo prototipo es Fray Hernando de Talavera, su confesor y Prior del Monasterio
Jerónimo de Prado en Valladolid. Y no se conformó con suplicar a la Santa Sede.
También se resistió a ella cuando pretendían nombrar obispos o abades que no reuniesen las condiciones exigidas para su ministerio. Así evitó que César Borgia fuera arzobispo de Sevilla, en contra de los deseos de la curia romana. Ahí está el Concilio Nacional de Sevilla de 1479, que comenzó la reforma, gracias al empeño de la Reina en el fomento de las Órdenes religiosas, el restablecimiento de la disciplina entre los clérigos y el cuidado de la moral pública, de la que ella quiso siempre dar ejemplo.

El Profesor García Oro, OFM, gran conocedor del tema, asegura que 'la valoración de la empresa reformadora, en su conjunto, lleva indefectiblemente a apreciar en su justo valor el alma y la religiosidad de Isabel, que se definen, a través de este empeño y estos esfuerzos, como acendradamente espirituales y
eclesiales". Parece como si, con esta reforma, hubiera querido poner a punto la Iglesia
española para acometer con renovada energía la futura empresa de la evangelización delmundo que estaba por descubrirse.

EVANGELIZAR AMÉRICA:
Sin quitar a Colón nada de la gloria que le corresponde, no puede olvidarse el papel muy importante, y hasta esencial, que jugó Isabel. Sin ella, Colón habría seguido con sus ilusiones y fantasías de encontrar un camino más corto para la India y América no hubiera sido descubierta por Castilla.
No se encontró un camino más fácil, sino un continente desconocido que hay que evangelizar. Esa empresa la vio rápidamente la Reina. Ya en el segundo viaje van un Delegado Apostólico y cuatro misioneros. En el de 1502, quince misioneros y seis indios ya bautizados, como intérpretes.
Isabel pone los cimientos firmes de la obra evangelizadora del continente nuevo por su empeño, decisión y apoyo financiero. La impronta civilizadora es exclusivamente suya. La Reina no pensó en conquistas, sino en extender la fe católica a aquellas tierras. Por eso siguió los pasos de la colonización con solicitud verdaderamente maternal. En las instrucciones dadas a Colón para los tres viajes, la principal preocupación de Isabel versa sobre el trato de los indios y se suceden disposiciones regias favorables a los naturales de las tierras descubiertas, regulando su vida, sus costumbres, su religión, su instrucción, su contratación para el trabajo y su retribución.

En la gesta española en América hubo defectos, y no pocos, como en toda obra humana, pero el resultado está ahí: un Continente incorporado a la civilización cristiana en el que, a los cinco siglos, se asienta casi la mitad del catolicismo mundial.
En el tema de la libertad de los indios y la prohibición de la esclavitud, la Reina
Católica superó la doctrina de su tiempo y las disposiciones pontificias, anticipándose
en siglos a las ideas contra la esclavitud.
No sabemos la veracidad de la frase que se atribuye a la Reina "¿Quién es Don Cristóbal Colón para hacer esclavos a mis súbditos?". Pero sorprende que cuando todos piensan que la esclavitud es algo normal y perfectamente lícito como derecho de conquista, la clarividencia de Isabel duda de ello. Cuarenta años antes que se abrieranamino las ideas de Fray Antonio de Montesinos o de Bartolomé de las Casas o del P. Vitoria, Isabel toma drásticas medidas ante la venta de esclavos que han traído de La Isabela.

Colon y la Reina.
Cinco años tardaron los sabios teólogos y canonistas en contestar si "con buena conciencia se pueden vender”. A la Reina le sobraron cuatro días para tomar la sabia decisión de suspender la autorización de la venta de los indios. Por cédula de 16 de abril de 1495 (la autorización se había dado el día 12), la Reina ordena buscarlos y
entregarlos a Pedro de Torres para que los devuelva a su Isla. Y manda que se abone de
su propio peculio todos los gastos del rescate. Es, posiblemente, el primer acto de
reconocimiento público del respeto debido a la persona humana sólo por ser tal.
No es suficiente el derecho a la libertad. La Reina llega más lejos en sus deseos y mandatos y ordena a los gobernadores (diciembre de 1503) que "apremiéis a los indios a que traten y conversen con los cristianos... y trabajen en sus edificios... y en facer granjerías y mantenimientos... y fagáis pagar a cada uno el día que trabaje el jornal
y mantenimientos... que vos pareciere que debieren haber...”.

Estas ideas y otras muchas de una práctica avanzada de concepción social y de un exquisito sentido del equilibrio y de la justicia serán después refrendadas en sus dos últimos documentos, el Testamento y el Codicilo, en los que ordena a sus sucesores la continuación de esta obra en la que ella había volcado toda su conciencia de mujer
católica, piadosa y humana, con una religiosidad clarividente y sincera.

TESTAMENTO y CODICILO:
El verano de 1504 la Reina está gravemente enferma en Medina del Campo.
Desde septiembre ya no firma ningún documento de gobierno, pero cercana la muerte,
cuando no se engaña, dicta su Testamento y se dedica a "descargar su conciencia". Es
escrupulosa hasta el menor detalle. Encarga a Fray Hernando de Talavera y a otros de
los suyos que investiguen en todo el reino, villa por villa, convento por convento,
obispado por obispado, si quedan todavía “descargos por facer" o deudas por liquidar o
reclamaciones por atender.

El 12 de octubre dicta el Testamento a Gaspar de Gricio, hermano de Beatriz Galindo. Es un código cristiano de gobierno. Pocas semanas después, el 23 de noviembre, redacta el Codicilo. En ambos están muy presentes sus intenciones sobre América y sus buenos deseos para con los indios: "Al tiempo que nos fueron concedidas por la Sancta Sede Apostólica las Islas y Tierra Firme del Mar Océano, descubiertas e por descubrir, nuestra principal yntención fue... de procurar de ynducir a traer a los pueblos dellas, e les convertir a nuestra sancta fe católica, e enviar... prelados e religiosos e clérigos e otras personas doctas e temerosos de Dios para instruir los vecinos e moradoras dellas en la fe católica, e les enseñar e doctrinar buenas costumbres e poner en ello la diligencia devida...”

Tres días después, el 26 de noviembre, moría en la paz del Señor. Su esposo Fernando escribiría “que había tornado su reino por otro mejor", y Mártir de Anglería dirá: "Se me cae la mano de dolor... Exhaló la Reina su espíritu, aquella su alma grande, insigne excelente en sus obras. El mundo se queda sin la mejor de sus prendas".

CONCLUSIÓN:
  ¿Por qué se ha elegido a Isabel I de Castilla para su beatificación?

La Causa de Beatificación de la reina Isabel I de Castilla, la Católica, se inició en 1958 en la Archidiócesis de Valladolid, España, siguiendo las normas de la Iglesia Católica, que indican que estas causas deben iniciarse en la diócesis donde se produjo el fallecimiento.

Este proceso puede causar perplejidad en quienes dan crédito a una densa leyenda negra, que no resiste una crítica seria, y que ha condicionado durante mucho tiempo cualquier referencia a la reina Isabel. No obstante, la idea de su beatificación surge espontánea en quienes, además de conocer los tópicos de siempre, bebieron en las fuentes documentales de la época. La causa está suficientemente avalada por su vida de fe, su compromiso con Dios y con el prójimo, su austeridad, su afán evangelizador y su lucha por los derechos humanos.

La Causa concluyó su fase diocesana en 1990 y fue trasladada a Roma para su estudio por la Congregación para la Causa de los Santos. Después de haber aprobado el examen de los historiadores, con buena nota, aún no ha tenido lugar el decisivo dictamen de la Comisión Teológica, que ha sido pospuesto "para un mayor estudio y reflexión". Si es favorable, su dictamen pasaría a la Congregación de Cardenales y Prelados, que informaría al Papa, para su decisión final, sobre la heroicidad de las virtudes y la declaración oficial de Venerable.

Valladolid 2012, el proceso sigue su curso.