viernes, 8 de febrero de 2013

Y ya van cuatro años... al hilo de nuestra historia.

Y ya van cuatro años contando y versando sobre muchas cosas… Cofradía, Valladolid, Semana Santa, Castilla, Historia,… en fin muchos temas.  A veces  simplemente fotografías. Otras muchas, artículos históricos, de opinión, de cofradías y de nuestra fe en Cristo. Y otras, las menos: sueños…

Y llegando este Febrero de 2013, ¡cuántos avatares han acaecido en 4 años!, aquí seguimos, con la misma ilusión por la Cofradía de la Piedad que cuando nos hicimos cofrades y ya son muchos…

Ya tenemos norma nueva.  La de 1982 será historia, también nuestra historia, otro trocito de ella. Otro momento más a hilvanar a la historia de la cofradía en su conjunto. Y sobre ello gira esta reflexión en alto.

Ahora nos regiremos por la que se consensuó a finales de 2012 y que fue aprobada en 2013. Otro paso más en nuestra convulsa y ajetreada historia.
Y ya lo decimos con “todas las de la ley” pues en ella se han recogido nuestros tiempos más antiguos.
Sí, los tiempos de antaño, desde que hace más de 500 años se estableciese en la Merced de Valladolid: la Hermandad de la Piedad. Nuestra Cofradía.

Casualmente ojeando bibliografía sobre Semana Santa hemos encontrado un libro titulado "Las cofradías de Sevilla en la modernidad", escrito por Rafael Sánchez Mantero. Habla sobre las cofradías sevillanas, su pasado y su patrimonio. Hay incluso un prólogo extraordinario redactado por Monseñor Fray Carlos Amigo, en definitiva que es un libro hecho para Sevilla y sus cofradías.
Y dos, una casualidad. Una de esas en que la historia caprichosa al parecer se quiere poner de acuerdo por algún motivo.

Del primero decir que curiosamente en la página 61 del mencionado libro, se habla de la influencia de los genoveses en la creación de cofradías de penitencia y de disciplinantes. Y cómo no habla de nuestra Hermandad.
Así, este autor expresa lo siguiente, el texto dice así:

"Entre los posibles difusores de estas cofradías de penitencia, que tanto se extendieron en Italia desde el Siglo XIV,  quizás deberíamos incluir a los Genoveses, en relación con los cuales, un conjunto de hechos, acaecidos tanto en Valladolid como en Sevilla, nos hablan de su influencia.
Existieron en Valladolid dos cofradías de la Piedad sucesivamente fundadas. La 2ª compuesta por españoles, aunque más adelante dirá que la cofradía de la Piedad de lo Genoveses, siempre “andava”, aunque la 1ª Regla se firmase el 22 de Agosto de 1578, en la Merced, ante el último abad de Valladolid, Don Alonso de Mendoza.
La 1ª se denominó de los "Xinobeses", porque genoveses eran los cofrades que la formaban: "no ha rescivido ni rescive cofrades que sean de otra nacion sino ginoveses”.

Así se afirmaba.
Esta Cofradía se formó en Valladolid cuando estuvo muchas veces la Corte primero de los Reyes Católicos.  Y más adelante en tiempos de la Reina Juana I de Castilla, cuando esta corte y la de su hijo Carlos V estaban en Valladolid.

En ese mismo libro, al referirse a la fundación de las Cofradías sevillanas, indica que hay una cofradía de Ntra Sra de la Piedad, que primero se constituye en 1518 como hermandad hospitalaria, siendo 1592 el año de su formación como Penitencial, o el de su primera Regla. Caso parecido al nuestro. Pero más sorprendente será  el siguiente.

La casualidad, si esa casualidad de la que hablábamos antes y encontrada en el Artículo  “La devoción a la Sangre de Cristo y el origen de las Cofradías Penitenciales a fines de la Edad Media: el caso de la ciudad de Málaga”. Por Juan Carlos Arboleda Goldaracena,
Mencionar que esta Cofradía tiene un paralelismo idéntico a la nuestra de la Piedad. Al parecer se funda en torno al año 1507, y aprueba su primera Regla en 1578. Y para más casualidad se ubica en el Cto de la Merced de la capital malagueña.

“…Quizá, si interpretamos en el título la palabra “situada” en el sentido de “establecida”, podríamos deducir que la fecha de 1507 se refiere al año en el que la cofradía se instala en el convento de la Merced. Así lo afirman algunos autores, aunque tampoco tenemos evidencias documentales que lo confirmen. Esto es, en 1507 la cofradía podría estar establecida en el mencionado convento, pero sus estatutos se redactan más de 70 años después.
Por tanto, y por mucho que esto suponga negar la supuesta evidencia documental existente hasta ahora, lo cierto es que tal evidencia no puede aseverarse sino hasta 1578.
Esto no quiere decir que la cofradía no existiera hasta esa fecha. Nada más lejos de la realidad…”

Es pues que siempre está y sale a relucir la cuestión de la fundación de las hermandades y cofradías, no sólo en Valladolid y en Castilla, sino en Sevilla, en Málaga  y en cualquier lugar de España.

Al hilo de estas casualidades de la historia, y retomando el comienzo de este pequeño artículo,  surge la siguiente cuestión ahora que en nuestra nueva Regla se nos reconocen nuestros orígenes a comienzos del XVI (1500/1505) : “¿Realmente la Cofradía de la Piedad tiene un antes y un después de 1578?”, ¿Son dos cofradías distintas?, ¿Por qué se denominan entonces de igual manera?, ¿Tendría sentido crear una hermandad en un intervalo de tiempo relativamente corto (1500-1577)?, tengamos presente que no ha pasado ni una generación de cofrades.

Cuando el Abad de Valladolid, en 1595, interrumpe la continuidad de la hermandad con motivo del pleito con las Angustias, los abogados y defensores de la Piedad dirán que la hermandad es la misma que la de los Genoveses, que “andava” desde antes de 1578, que lo que en ese año se hace es renovarse.
Y sostienen tajantemente:

“…la Cofradía de mis partes es mucho mas antigua que la suya, siendo como es la mi parte la antigua que havia en esta villa y llamavan de Nuestra Señora de la Piedad y por otro nombre de los Jinobeses, por los muchos cofrades que en ella havia de aquella nacion, y porque como cofrades mas ricos la ayudavan y favorecian con sus limosnas, la cual, aunque al tiempo que se fue la corte desta villa no se prosiguió y ceso por algunos años por haver faltado della y no tener la posibilidad y rrenta necesaria para sustentarse , no por eso se extinguio ni acavo, haviendo quedado della en esta villa muchas personas y cofrades en que pudo conservarse, y se conserva conforme a determinaciones claras, y por no haverse extinguido ni acavado, sino solo çesado por la dicha causa, se volvio a suscitar y renovar habra como diez y seis u diez y siete años, por haver entrado en ella muchos cofrades con que poder proseguirla y pasarla adelante, …”

Es pues evidente que algo raro ocurrió. La razón fundamental: el paliar los roces por la hora de sacar la procesión el Viernes Santo.  Y alguna excusa habría que buscar para ello. Y ésta era clara: desligar a la Piedad con su etapa “genovesa”.

Afortunadamente y en nuestro actual preámbulo se nos reconoce nuestra etapa primera, (y desde nuestro Arzobispado cosa de agradecer, pues nunca hubo problema en ello), esa época genovesa, aquella que partió en los años de los Reyes Católicos y posteriormente se afianzó en época de Carlos I.  Lo mismo que le ocurrió a la cofradía malagueña. Nacen en una fecha, se regulan en otra.

Y eso le pasó a la Piedad. Se “echa” a andar en 1500-1505, se organizó en 1578. Y otro dato: su Capilla en el Cto. de la Merced es la misma, la de los “Esclavos” también llamada de “Santa Ana” y finalmente conocida como de la “Piedad”. Así que recrear una hermandad igual en todo en apenas 70 años de vida apenas tendría sentido.

Que es la misma, de eso no hay duda. Que en 1578 estableciesen su primera Regla, tampoco nadie lo duda.  Desde ahora que quede claro. No por nada, sólo por que así ha sido desde entonces. Ni más, ni menos.

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