martes, 11 de agosto de 2020

A propósito de nuestra primera fecha oficial como Hermandad: 22 de Agosto de 1578

 A propósito de nuestra primera fecha como Hermandad:

Cuando llegan estas fechas, estamos en agosto de 2020, a once días del próximo 22 de agosto, por tanto a punto de celebrar el 442 aniversario de nuestra primera fecha oficial como Hermandad, sigue habiendo preguntas e incógnitas que tenemos que ser capaces con el tiempo de ir respondiendo y aclarando. Pues es importante para conocer nuestro pasado y es fundamental para afianzar nuestro futuro.

Este 22 de agosto, fecha que la cofradía y la orden de la Merced no eligen al azar, coincide con la octava de la Virgen de la Asunción o de Agosto, patrona de la Piedad; por tanto en torno a su fiesta principal sientan las bases para organizarse como hermandad, y aprueban su Regla. Con ello querían dejar claros varios aspectos: 

1.-Que eran la misma Cofradía que la que fundaron los Genoveses en tiempos de los Reyes Católicos.

2.-Que están establecidos en el mismo convento desde esos momentos iniciales: La Merced, y más concretamente en su capilla e Santa Ana.

3.-Y que nunca dejaron de funcionar como Cofradía, a pesar del momento crítico de mediados de siglo, pues se ubican en la ermita de San Roque, próxima al convento de los Mínimos de la Victoria. 

La fecha histórica del 22 de agosto de 1578, antes de desgranar este gran momento histórico sería bueno matizar que nuestra Cofradía, “la confradía de Ntrª Srª de a Piedad o de los Jinobeses”, como se la denominaba  entonces, nunca fue disuelta ni nunca fue de nuevo creada. Esto es un dato cierto y objetivo.

Entonces qué pudo ocurrir para que realmente no sepamos dónde está ese instante en el tiempo, en el que al parecer no hay conexión alguna en nuestra Hermandad, cuando hay indicios más que evidentes para al menos mantener una cierta duda razonable.

Comencemos pues a tratar de arrojar algo de luz al tema. Si nos retrotraemos en el tiempo comprobamos que a comienzos del siglo XV, la Piedad es fundada por los Genoveses en tiempos de los Reyes Católicos; Antolínez de Burgos nos dice que en “tiempos de la reina Juana y de su hijo con título de César”. Esto es cierto, la Reina Isabel fallece el 26 de Noviembre de 1504 en Medina del Campo; y al día siguiente, Juana, es proclama Reina de Castilla, por su padre el Rey Fernando, en la plaza de Medina del Campo.

Otro apunte muy revelador es el que se nos proporciona en 1519, cuando se cita y se nombra a la Piedad con el primer nombre conocido: “Cofradía de la Concepción, Señor San Sebastián y Señor San Roque”.

También la doctora María Antonia Fernández del Hoyo nos aclara que la Piedad, en estos momentos, tenía su sede en el convento de la Merced, a donde acudían genoveses que tuvieron relación estrecha con Colón, más concretamente se reunían en la capilla de los Esclavos o de Santa Ana y que era muy buena para colocar allí sus insignias y sus pertenencias y “para hacer sus cabildos e ayuntamientos... e asimismo para poner en la dicha capilla un retablo e imagen e tener en ellas sus arcas...” (Conventos desaparecidos de Valladolid, página 214).

Más tarde harían obra en estas dependencias para agrandar la sala y la capilla, nuestros cofrades de entonces tenían recursos. Hemos de recordar que estos hermanos de comienzo de siglo eran gentes de negocios. Por dar un dato muy significativo, el tal Leonardo de Lomelín, genovés amigo en su día de Colón y que aparece como posible fundador de la Piedad, comerció en 1542 con Hernán Cortés y trajo a Castilla un cargamento de azúcar proveniente de las Indias o de América. Es más el propio descubridor de América mantuvo una cierta relación con un tal Mirueña, que disponía de unas casas en las proximidades del convento mercedario, allí se hospedó en algunas de sus visitas a la villa del Esgueva.

Y llegamos al momento crítico, al instante de no saber realmente qué sucedió entre 1550 y 1577 en la Piedad. Podemos sospechar como una primera causa de la decadencia de la Hermandad  la más que posible salida de la corte de Valladolid con destino a Madrid, (ya en los instantes finales del reinado de Carlos I, cuando Felipe II comienza a asumir el mando del reino, Madrid, se contempla como el lugar idóneo para ello). Esto provocó que gran parte de la nobleza y de gentes del negocio, banqueros, comerciantes, entre ellos los genoveses abandonasen Valladolid y siguiesen a la corte allá donde fuese.

Así pues la Piedad por un tiempo, hacia 1544, se debió ubicar en la ermita de San Roque, al pasar el Puente Mayor, que posteriormente dependería del Convento de Nª Sª  de la Victoria, así lo refrenda Antolínez de Burgos.  Casi con toda probabilidad se recompondría de cero, con vallisoletanos que se vinculaban a la Hermandad, donde poco importaba ya su condición y linaje. Se buscaban buenos cristianos que siguiesen con la idea fundacional de la Hermandad.

1549 es otro año de especial importancia en la Piedad, pues la cofradía de la Vera Cruz presentó pleito contra nuestra Hermandad por la hora de sacar la procesión, quizás este contratiempo judicial perjudicó también a los cofrades. Y es que hasta 1578, cuando los cofrades se reúnen en el Convento de Nª Sª de la Merced para redactar y aprobar su Regla, no tenemos noticia alguna más. Aunque es de suponer que la Hermandad siguió con sus “quehaceres cofradieros”, si se me permite la expresión;  los de entonces, claro está.

Así pues el 22 de agosto de 1578, ante el entonces Comendador Mercedario, entonces ostentaba el mando del convento en Valladolid un gran fraile a nivel nacional, el ilustrísimo Fray Francisco de Zumel. Así pues, la Piedad se reorienta como Hermandad fijando por escrito su primitiva Regla fundacional. Se vinculan definitivamente a la Orden Mercedaria, pues pretenden ser hermanos de ella.

El objetivo, no era otro que seguir disponiendo de la capilla de Santa Ana, que con el tiempo se conoció como capilla de la Piedad, la cual conservó a lo largo de los siglos y durante una buena parte de su historia.

Momento solemne y emocionante debió ser aquella reunión, para haberlo presenciado. Posiblemente se celebró en su capilla de Santa Anta o de los Esclavos, la misma que en 1519 reformaron y agrandaron, lo recuerdo pues es importante, por lo que después veremos “... que en el cuerpo de la Iglesia de dicho monasterio, entrando por las puertas principales a la izquierda está una capilla que llaman por el nombra de Santa Ana e que la dicha capilla es muy pequeña ahora a la sazón... e que sería e era buena para la dicha cofradía... para hacer sus cabildos e ayuntamientos... e asimismo para poner en la dicha capilla un retablo e imagen e tener en ellas sus arcas...” (Conventos desaparecidos de Valladolid, página 214).

¿Por qué es importante?, porque es imposible que la Piedad del 21 de agosto de 1578 fuese distinta  a la de un día después, a la del 22 de agosto, pero la historia no ha querido ser benévola con nuestra Hermandad a la hora de refrendar datos, momentos, patrimonio, Iglesia y sedes canónicas, ¡qué le vamos a hacer!, es una parte de nuestra propia identidad el ir perdiendo datos, pertenencias y recuerdos. 

 De todas formas así se recogió:

“Estando juntos el comendador, frailes y convento de la Merced, y hayándose presente el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Fray Francisco (de Zumel), Generalísimo de la Orden, hizo saber   que los diputados, mayordomos y cofrades de la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, que agora nuevamente se ha hecho y fundado en esta dicha villa de Valladolid, pretenden ser hermanos de dicha Orden de Nuestra Señora de la Merced e yncorporandose con la dicha Orden, e con este dicho Monasterio de Nuestra Señora de la Merced y tener en el dicho monasterio su capilla donde poder enterrar sus difuntos e sala y aposento donde poder hacer sus capítulos particulares y generales e donde poder tener sus ynsignias.” (Miscelánea vallisoletana, tomo III, página 534).

A partir de ese momento la Piedad tendrá su sede canónica en el convento de la Merced hasta el año de 1662, en el que edificaron la Iglesia propia, la Penitencial de Ntra. Sra. de la Piedad y de Ntra. Sra. de la Asunción.


No hay comentarios: