El pasado mes de Enero se nos presentaba, en el Ayuntamiento de nuestra querida ciudad, el cartel que nos iba a mostrar la Semana Santa de Valladolid durante este año 2011. Ya dimos cuenta de ello.
Corresponde tal honor a la Hermandad del Descendimiento y del Santo Cristo de la Buena Muerte. En él aparece la imagen del Cristo Yacente, de la Iglesia de San Miguel y que fue tallado espléndidamente por Gregorio Fernández hace ya casi 4 siglos.
Pues bien, sin entrar a valorar si la magnífica fotografía realizada por Chema Concellón, es la que mejor nos muestra a Valladolid y nuestra Semana por excelencia, mis palabras van por otros derroteros.
Desde que uno tiene uso de razón y siempre que de niño, y llegadas estas fechas, daba un paseo con mis padres por las calles más céntricas de Valladolid, podía observar como el cartel anunciador de nuestra Semana Santa inundaba las puertas y escaparates de casi todos los comercios y tiendas.
Así ocurría año tras año, siempre deseoso que llegase el momento en que el cartel apareciese y pudiese ser contemplado por cualquier rincón y en cualquier lugar de nuestra ciudad, había infinidad de ellos desde su presentación, y todos teníamos en mente la foto o instantánea que ya nos evocaba y nos recordaba lo que pasada la Cuaresma se vería por las calles del viejo Valladolid.
Cartel, que también una vez entrada la Cuaresma, en esos días de novenas, quinarios y triduos, se mezclaba con los de las propias cofradías que anunciaban de igual modo sus cultos y celebraciones litúrgicas.
Pero de un tiempo a esta parte, y tengo la buena costumbre de seguir paseando por ese Valladolid histórico, esa magnífica costumbre de ubicar el cartel por nuestros escaparates, o ha desaparecido o está desapareciendo, últimamente son pocos los comercios que nos muestran nuestro cartel de Semana Santa, cada año se ven menos y no sé a qué es debido, si es que hay demasiadas tiendas-franquicias nacionales e internacionales que impiden su puesta en escena, o es que solamente se presenta en INTUR y se envía a otras ciudades para que allí se de a conocer y ya está.
Creo que el cometido del cartel es anunciar algo, con el tiempo suficiente, para que todos conozcamos lo que en él se propone.
Echo de menos esos tiempos y esos años de mi infancia en que Valladolid desde tiempo atrás vivía preparando su Semana Santa.
Echo de menos esos paseos y a cada paso que daba un cartel de nuestra Semana Santa aparecía.
Corresponde tal honor a la Hermandad del Descendimiento y del Santo Cristo de la Buena Muerte. En él aparece la imagen del Cristo Yacente, de la Iglesia de San Miguel y que fue tallado espléndidamente por Gregorio Fernández hace ya casi 4 siglos.
Pues bien, sin entrar a valorar si la magnífica fotografía realizada por Chema Concellón, es la que mejor nos muestra a Valladolid y nuestra Semana por excelencia, mis palabras van por otros derroteros.
Desde que uno tiene uso de razón y siempre que de niño, y llegadas estas fechas, daba un paseo con mis padres por las calles más céntricas de Valladolid, podía observar como el cartel anunciador de nuestra Semana Santa inundaba las puertas y escaparates de casi todos los comercios y tiendas.
Así ocurría año tras año, siempre deseoso que llegase el momento en que el cartel apareciese y pudiese ser contemplado por cualquier rincón y en cualquier lugar de nuestra ciudad, había infinidad de ellos desde su presentación, y todos teníamos en mente la foto o instantánea que ya nos evocaba y nos recordaba lo que pasada la Cuaresma se vería por las calles del viejo Valladolid.
Cartel, que también una vez entrada la Cuaresma, en esos días de novenas, quinarios y triduos, se mezclaba con los de las propias cofradías que anunciaban de igual modo sus cultos y celebraciones litúrgicas.
Pero de un tiempo a esta parte, y tengo la buena costumbre de seguir paseando por ese Valladolid histórico, esa magnífica costumbre de ubicar el cartel por nuestros escaparates, o ha desaparecido o está desapareciendo, últimamente son pocos los comercios que nos muestran nuestro cartel de Semana Santa, cada año se ven menos y no sé a qué es debido, si es que hay demasiadas tiendas-franquicias nacionales e internacionales que impiden su puesta en escena, o es que solamente se presenta en INTUR y se envía a otras ciudades para que allí se de a conocer y ya está.
Creo que el cometido del cartel es anunciar algo, con el tiempo suficiente, para que todos conozcamos lo que en él se propone.
Echo de menos esos tiempos y esos años de mi infancia en que Valladolid desde tiempo atrás vivía preparando su Semana Santa.
Echo de menos esos paseos y a cada paso que daba un cartel de nuestra Semana Santa aparecía.
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