jueves, 19 de marzo de 2020

NUESTRA GRAN HISTORIA DE PIEDAD

En estos tiempos difíciles que nos está tocando vivir como sociedad, donde todo parece que no tiene sentido y seguramente muchos pierdan la esperanza y se nos pasen  por la cabeza infinidad de preguntas cuestionándonos un sin fin de cosas... en ese momento es cuando uno se encuentra únicamente con la oración... Oración personal a Jesús hecho Dios... Dios del amor y Dios de la esperanza, de la misericordia y del consuelo... que nos ama por encima de todo.

Os dejo en esta nueva entrada una poesía escrita con todo el cariño para cofrades, hermanos, cristianos, vallisoletanos y españoles de bien que estamos deseando que esta terrible pandemia pase cuanto antes.

Ánimo, sigamos luchando, seguro... estoy convencido que nuestra Madre la Virgen de la Piedad nos ayudará a ello.

Nuestra gran historia de Piedad.

Valladolid es capital
y de las Españas ciudad,
de Castilla inmemorial,
de los océanos y de la mar.

Se prepara, presta está.
¡La “Semana Grande” llega!
También tu hermandad de Piedad,
de Penitencia y Caridad.

Siglo a siglo, cinco casi ya.
Año a año, cuatrocientos y más.
Tras semana a semana,
incontables “Santas” van.

Larga se hace la espera,
falta esa luna llena,
pasarán varias nuevas,
y llegar la primavera.

Pues así de esta manera,
Hermanas y parroquianas
te rezan y te veneran,
te quieren y te esperan.

Ya llega la Cuaresma:
Quinario, flores, velas,
rezos y cantos suenan.
¡ Y una Salve se estrena !

Lamentos de cornetas,
tambores que resuenan,
plegarias que presagian
esta gran historia nuestra.

Por penas y miserias
María interpela
a Cristo en el Gólgota,
“Perdón” y “Piedad” nuevas.



Las doce en punto ya dan.
Miércoles Santo se va,
aquel portón parroquial
de San Martín, abierto está.

Por él otra vez saldrá,
otro año, otra semana más
esta vieja penitencial
con su nombre de Piedad.

Y aquel Cristo en su “Humildad”,
vieja hechura devocional,
antiguo paso procesional,
de Rozas, “Ecce Homo” ancestral.

Jueves Santo, seis y media,
Cristo y los doce cenan ya.
Y el “Entierro” de Ribera
en escena aparecerá.

Viernes Santo, nueve y media,
Y Vos… Valladolid entera
a la Quinta Angustia esperas,
pues un año ha que anhelas
para mitigar su pesar
y compartir sus penas.

Dos pasos ya faltan, no más.
La Magdalena, San Juan,
El Lonjinos y su lanzá,
que a aquel Cristo de Piedad
al punto hacerle brotar:

Agua limpia de manantial,
“El agua Viva de verdad”.

Y la Cruz sola, de madera,
que en el Calvario a su vera,
la Virgen, “Nuestra Señora”,
antaño de la “Soledad”.

Y los cofrades recordar,
revivir, rememorar:
Nuestra gran historia de Piedad.

Madre que diste Vida.
Madre siempre de Verdad.
Aquella franciscana,
que Gregorio talló Soledad,
Ahora Quinta Angustia,
Y siempre, siempre: Nuestra Señora de la Piedad.

Protege a tus cofrades, a tu vieja hermandad,
pues sin duda te aman de verdad.

Amen.

Roberto Alonso Gómez
Valladolid, 14 de Febrero de 2020.

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