miércoles, 20 de marzo de 2013

LA SEMANA SANTA, ¿CASTELLANA?


Desde hace tiempo parece haber una corriente, podríamos decir "inconsciente", que trata de eliminar todo aquello que nos es característico y tradicional en nuestras Semanas Santas Castellanas. Aunque este artículo está escrito más para la Castilla la Nueva, nuestro amigo Mario ha querido hacernos partícipe de él, aquí, en Castilla la Vieja.
Castilla tiene sus cosas, su idiosincrasia, sus características, y sus tradiciones.
Menciona que Castilla también existe, pero tiene un problema la pérdida de su identidad y en esto de la Semana Santa muy acentuada...

Estas son sus palabras, magníficas como siempre y muy acertadas.
Cuidemos lo nuestro, sepamos valorarlo y mantenerlo, sino en un corto espacio de tiempo dará igual ir al Sur que al Norte, a la Meseta que a la Depresión del Guadalquivir, a Castilla que a Andalucía...

LA SEMANA SANTA, ¿CASTELLANA?

Será publicado en EL SEMANAL DE LA MANCHA, el Viernes 22 de Marzo de 2013, Viernes de Dolores.

Mario ALONSO AGUADO, Académico y escritor.

         Cada país o región, pueblo o ciudad posee unos rasgos propios que la singularizan y definen, una forma de ser, una idiosincrasia característica.  Todo un conjunto, adquirido a lo largo de los siglos, que ha sido heredado de padres a hijos, pasando de generación en generación. 

La región de Castilla, como no podía ver ser menos, conserva su temperamento y carácter distintivos con sus variantes en el norte y en el sur, en Castilla la Vieja y en Castilla la Nueva, o si se prefiere en Castilla y León y en Castilla-La Mancha. El paisaje castellano, su clima, su pasado y su presente, su ser más íntimo y su esencia más honda, explican el comportamiento de sus gentes, las costumbres sociales y los aspectos culturales. Castilla tiene, entre otras muchas cosas, gastronomía propia, platos típicos, postres únicos y vinos generosos. Castilla se entretiene con sus cuentos y leyendas. Castilla se divierte con sus fiestas y con su música. Castilla se recrea, se enraíza en su tierra, se aferra a su historia y expresa su fe. En definitiva, Castilla es y, aunque algunos no se percaten, Castilla también existe.

         Pero Castilla tiene un problema: la pérdida de su identidad. La sociedad ha dado un tremendo vuelco en los últimos decenios, pensemos en la revolución industrial y económica, en la irrupción de las nuevas tecnologías, en el avance de la informática…y en tantas otras cosas que han propiciado que surjan nuevas mentalidades, nuevas voluntades que no han sabido dar continuidad al pensamiento de nuestros mayores, de aquellos abuelos nuestros que fraguaron su porvenir en la placidez del cuidado del rebaño o del cultivo del campo. La mayor parte de los castellanos se han quedado con la nostalgia de su gloriosa historia, con la carencia de transformaciones económicas y sociales, con el resentimiento que otras regiones españolas sienten hacia ellos, con el éxodo masivo del campo a la ciudad… traduciéndose todo ello en una falta de confianza en ellos mismos y en su futuro. Lo cierto es que muchos no han sabido bajarse del carro para subirse adecuadamente al tren.

Ante tamaña realidad, podemos interrogarnos ¿existe una Semana Santa vivida y sentida al estilo de Castilla? Y es que, no me lo podrán negar, no es lo mismo una procesión de Sevilla que una de Málaga, no tienen la misma expresión las imágenes de Salzillo en Murcia que las tallas de Gregorio Fernández en Valladolid, no es similar la penitencia que practican los picaos de San Vicente de la Sonsierra en la Rioja que los empalaos de Valverde de la Vera en Extremadura, no es igual ver procesionar en la angostura de las calles de Toledo que en la amplitud de una gran avenida levantina. Si todo es todo es así, ¿por qué la saeta rasga nuestros silencios? ¿por qué los aplausos irrumpen en medio de la austeridad? ¿por qué nuestro vocabulario se ha visto abultado con términos como costalero, madrugá o igualá? nuestros mayores nunca los pronunciaron. ¿Por qué nuestras imágenes marianas de pasión (Dolorosa, Amargura, Soledad, Piedad, Angustias…) dejan su serenidad y sencillez castellana asemejándose cada vez más a una Esperanza Macarena venida a menos? ¿Y por qué tantas y tantas cosas más…?

Ancha es Castilla, pero su inmensidad no pude admitir todo lo foráneo que llega de modo indiscriminado. Castilla, ¿desprecias cuanto ignoras? Castilla, ¿qué dices de ti misma?
         

4 comentarios:

RVIEJO dijo...

Soy un seguidor de este interesante blog que hoy se ha animado a redactar este comentario para mostrar mi desacuerdo con el artículo del Sr. Alonso Aguado.
Parece ser que para este señor cuando nuestros mayores jugaban a la pelota lo hacía a la “pelota vasca” y cuando bailaban una jota esta era “aragonesa”.
Bien es cierto que hemos perdido muchas tradiciones, mientras que en otras regiones de España las han conservado y potenciado, arrogándose en muchos casos la titularidad de ellas.
En Castilla siempre se cantaron y se cantan Saetas (sin apellido), los porteadores de los pasos en muchas ocasiones fueron Costaleros, vestimos a nuestras Vírgenes con sus mejores galas y, por supuesto, que aplaudimos.
Dejemos de refugiarnos en los grandes mitos de la Austeridad y la Sencillez. Se trata de recuperar tradiciones perdidas y no de importar nada nuevo. Pero para ello hemos de ser algo más serios en el estudio de nuestro pasado.
Ramón Viejo Valverde.

Xinobes1578 dijo...

Gracias amigo Ramón por seguir este blog, espero que a pesar de que este artículo no le haya gustado, siga visitándonos. Uno lo trata de llevar con toda su buena voluntad, y con miles de defectos y errores, seguro que éstos son los más.
Fray Mario es un amigo y colaborador, académico y prestigioso historiador de la orden de la Merced y muy conocedor de la Semana Santa de España.
Ha publicado un artículo sobre este asunto y nos hemos limitado a darlo a conocer.
En esto, como en todo en la vida, unos estarán más de acuerdo y otros no. En todo caso lo bonito de ello es ver las diferentes opiniones de todos y entre todos ayudar a a mejorar, cuidar y potenciar nuestras tradiciones, entre ellas la Semana Santa.
Un abrazo, Ramón.
No deje de visitarnos

RVIEJO dijo...

Gracias a ti por el trabajo que estas realizando.
Simplemente quería apostillar algo (hoy debo de haberme levantado con la pierna izquierda). Hay cosas que no dependen de “gustos y colores”, precisamente ese puede ser nuestro problema.
Te invito a ver en esto del internete (con el Google lo tienes fácil) unas fotos que no tienen desperdicio y que te describo: El Domingo de Ramos en muchos sitios de Castilla, como por ejemplo en Astorga (Interés Turístico Nacional) y en Zamora (esta es Internacional), los cofrades procesionan revestidos de su Hábito Penitencial. ¿Lo harán para ser los más austeros y serios del mundo semanasantero?, ¿Nadie les ha informado de que los domingos son festivos y no penitenciales?
Te dejo el enlace directo con un bonito artículo “Los Signos en Semana Santa” (http://ssantabenavente.blogspot.com.es/2010/03/los-signos-en-semana-santa.html)
Un fuerte abrazo y ánimo para seguir en este mundillo.

Xinobes1578 dijo...

Gracias también por tu trabajo, en Benavente hay otra preciosa Semana Santa, como en toda Castilla y León.
Enhorabuena por vuestro blog, entre todos hay que seguir apoyando y cuidando lo nuestro.
Un abrazo, esta es tu casa para lo que quieras.