jueves, 26 de marzo de 2020

Quinario a Nuestra Señora de la Piedad 2020 (3er día)

Continuamos con este tercer día del quinario, quinario muy especial, quinario que nunca borraremos de nuestra memoria.

MARÍA: MADRE DEL PERDÓN

Los minutos pasan lentamente, el cielo sigue gris, hace frío, mucho frío; Juan está junto a ella y le echa un manto por los hombros; y por unos instantes le hace sentirse mejor. Pero eso dura poco...

... María recuerda a su Hijo,... apenas 5 días los vecinos de Jerusalén le habían recibido como a un Rey, agitaban sus palmas de olivo y le aclamaban con fervor y entusiasmo.

Cantaban en alto ¡Hosanna al Hijo de David!
El júbilo y el entusiasmo eran grandes, le aclamaban como el libertador de Israel.
Pero muchos no entendían nada.

María, sigue viendo a su Hijo en la Cruz, y trata de acercarse un poco; Juan le ayuda, pero el soldado,  Lonjinos así intuyó que se llamaba por la voz del otro centurión, no le deja, le echa apara atrás y le empuja hacia la ladera del Gólgota.

Y contempla como esos centuriones romanos se burlan de su Hijo, se reparten sus ropas, le insultan y se mofan de él... María sufre, se siente impotente, aquello es una agonía inaguantable.
Pero Jesús se incorpora, se apoya en los clavos del madero que taladran sus pies y exclama

"¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!"

Y María comenzó a recordar aquellas veces que su hijo perdonaba...

Perdonaba  y perdona sin mirar clases sociales, razas... perdona incluso hasta sus propios enemigos; estos romanos, en ese instante, lo eran; les perdona, perdona a todos, nos perdona a todos sin excepción.

Perdón, el perdón; ¡qué difícil es perdonar y saber perdonar!
¿Sé perdonar?, ¿perdono con la boca pequeña y luego no olvido?

"¿Cuántas veces tengo que perdonar, Maestro?, ¿Siete veces?".

Jesús le dice y nos dice a todos, no sólo 7 veces sino hasta 70 veces 7, es decir, hay que perdonar hasta el infinito, hasta el extremo.
El perdonó a sus verdugos estando en la cruz, eso es saber perdonar y sentirse en paz con todo y con todos.
Él sabía que había pasado por esta vida haciendo el bien.

Y hoy Nuestra Madre de Piedad, es también Madre del Perdón, mujer que supo aceptar aquello momentos y perdonó, perdonó al estilo de Jesús.
Nos dio ejemplo a todos nosotros, para que lo hagamos de igual manera.

Nosotros en estos momentos, donde la convivencia continuada, de 24 horas al día, puede a veces volverse difícil, sepamos perdonar, sepamos tener ese pequeño gesto que al otro le haga sentirse acogido, querido y perdonado.

Pidamos a María, nuestra Madre, por todas esas personas que en su vida sólo hay odio, ira, rencor... y no saben lo que es perdonar y sentirse perdonado.

Amén.


Oración de San Bernardo

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. 
Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! 
Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente.


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