miércoles, 5 de diciembre de 2012

Aquel patrimonio hoy desaparecido y perdido


Nuestra cofradía, y sería bueno recordarlo, mantuvo un rico patrimonio que desafortunadamente no pudo o no supo gestionar, ni conservar.
Sin duda su desafortunada y ajetreada historia contribuyó de manera notable a su descuido y finalmente a su pérdida.
De todo lo que dispuso hoy tan sólo conserva su nombre y su pasado, que no es poco, pero esperemos que en un futuro cercano pueda llegar a obtener una pequeña recompensa en este sentido.
De toda la hacienda de la que dispuso la Piedad a lo largo de los años, una gran parte de ella fue destinada a la creación y conservación de sus pasos procesionales. Otro tanto a vestidos y ropajes y algo de ella a enseres y estandartes.

Por ejemplo en cuanto a dinero se refiere:
En 1595: se gastan 262 reales y 8.960 maravedíes en hacer 2 pasos nuevos. Y 100 reales en su restauración. Es de suponer que éstos serían los que se realizaron en papelón a finales del XVI.
En 1599 se invierten 3 ducados en pintar el rostro de la Soledad. Ésta imagen se terminaría en 1600, por Pedro Gómez de Osorio. Presumiblemente es la que hoy en día se encuentra en la parroquia del Carmen.
En 1601 se compra madera y clavos para el paso de la Lanzada.
En 1604 se “rematan los calvarios”, se compra el velo de Ntra Sra de la Piedad, “borceguíes” para el Longinos y “tafetán y turbantes” para Nicodemo y José de Arimatea.

Además se realizaron nada más y nada menos que hasta cuatro Cristos, dentro de la tipología de los Ecce-Homo:

.-El Cristo de la Humildad (José de Rozas, 1691). Hoy en día en un lateral, dentro del Santuario, es el que se debería recuperar en espacio corto de tiempo.
.-El “antiguo”, o “primitivo” también llamado “peregrino”, hacia 1590? Y que dejó de procesionarse hacia 1677, debido a su mal estado.
.-El denominado “Cristo del perdón” (siglo XVII)
.-Uno pequeño en actitud orante, con vitrina.

Siguiendo con las intervenciones artísticas:

1631: El entallador, Juan Raposo, hizo “una cruz para la Soledad”. De la que actualmente no hay noticias.
1684: José Antonio Barreda pintó el retablo del Cristo del Perdón. También en ese año este pintor doró la reja de la capilla de la Piedad y pintó las andas y las encarnadura del Ecce-Homo (el antiguo o primitivo, ya que el de Rozas data de 1691)
1696: Una devota del Cristo Yacente, del paso del Entierro, dio limosna para que se dorase su retablo. Lo doró en 1698 Sebastián Puerta. Y en 1700 Juan Guerrero lo ensambló.
1733: Se restauran todos los pasos por Santiago Prieto.
1736: Pedro de Sierra realiza una “talla de Nuestra Señora con el niño en su regazo”. De la que tampoco hay constancia hoy en día.
1737: Se hace una Dolorosa o Soledad (“imagen nueva de Ntra Sra”) para la Cruz.
1865: Se compran 4 faroles para las andas del Cristo de la Humildad.
1867: Se destinan fondos para restaurar el Sepulcro y el Cristo de la Humildad.
1868: Se adquieren “caballos” de madera para los pasos.
1898: Se restauran y recuperan alhajas y ropajes de las dos imágenes Soledad y Piedad.
1906: Los vestidos de Ntra Sra de lo Soledad y de la Piedad eran:

*Una camisa de hilo.
*Una toca de tul.
*Un peto.
*Un traje de tisú blanco.
*Un traje morado, con mangas, delantal y manto.
*Un traje de Damasco blanco con flores.
*Un traje de tisú raso en verde.
*Un traje de moaré verde.
*Un manto de seda blanca brochada y forrada de tafetán encarnado.
*Una delantera con chaquetilla de brocatel blanco con encaje de oro falso
*Una banda de seda encarnada.
*Una banda de moaré blanca.

Y en 1926 los objetos de los que disponía la hermandad eran:

3 cantoneras y una cruz de plata.
1 medalla de estandarte de plata.
1 estandarte rojo, bordado con dorado.
1 cruz y remate de estandarte plateado.
2 sabanillas de altar.
1 cortinilla para sagrario.
1 caja con una plancha de cobre.
1 sello de metal de la cofradía de la Piedad.
15 libros de pergamino con el historial de la cofradía de la Piedad.
Los estatutos de 1898.
4 atados del año con papeletas de Juntas, de cuotas y de entradas de cofrades y de Novenas.
1 atado con fotografías del Altar Mayor de San Antón.

Sin duda mucho se disipó, lo más significativo es la pérdida o la desaparición de: “la cruz para la Soledad”, la imagen de “Nuestra Señora con el niño en su regazo” y “la nueva talla de Nuestra Señora” del año 1737.
¿Dónde fueron a parar? ¿Estarán ubicados en algún museo o iglesia?.
Desgraciadamente no hay respuesta para estos interrogantes.
El tiempo nos lo dirá, al menos eso es lo que hay que esperar.



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