El día 31 de Marzo, Miércoles Santo a las 12 de la noche, con un frío intenso partió de la Iglesia Conventual de las Descalzas Reales, la procesión de la Piedad.
Procesión que hace, que ante la fachada franciscana y ante el cobijo de la Real Chancillería, se agolpe un sin fin de gente, para ver salir de la clausura la imagen de la Madre con el Hijo.
Imagen que engloba y resume la Semana de Pasión, por un lado la Madre, que en su Piedad, en su Angustia y en su Soledad, espera el triunfo de la Vida, y por otro su Hijo que acaba de morir en una cruz y que yace en los brazos de quien le dio la vida.
Y que al cabo de unas horas resucitará para darnos el sentido necesario para afrontar y vivir la vida.
Y así sucede año tras año desde la Semana Santa de 2002, pues en Noviembre de 2001 fue trasladada esta talla que hizo Gregorio Fernández para la Capilla de la Soledad, en el desaparecido Convento de San Francisco, desde la Iglesia que la ha custodiado desde 1836 hasta el Convento de las Hermanas Franciscanas.
Aunque lo apropiado y correcto es que esta procesión salga de nuevo de San Martín, como así se hizo desde 1927, año en que la imagen de la Piedad o “Quinta Angustia”, es cedida por el Arzobispo de Valladolid, D. Remigio Gandásegui.
Y curiosamente año en que sale por vez primera de la S. I. Catedral Metropolitana de Valladolid.
Y fue concedida para que la Cofradía de la Piedad, hermandad con profundas raíces históricas, la acompañase por las calles de Valladolid. Pues nuestra hermandad aunque había logrado subsistir con 86 cofrades, había sido desprovista de sus imágenes devocionales históricas, como eran la Virgen de la Soledad y el Santísimo Cristo de la Humildad, y desamortizada de sus grandes conjuntos procesionales, “El Lonjinos” y “El Entierro”.
Hoy tras el pasar del tiempo y de los años, cuando al parecer hay 1800 cofrades que conforman la penitencial, cuando se ha recuperado el Paso del Entierro (no por completo), cuando se ha retomado la labor caritativa con el indulto del reo y otra serie de iniciativas, según se informa y se detalla…
…Lo apropiado sería que esta procesión del Miércoles Santo partiese de esta Iglesia Parroquial , sede canónica de la Piedad, y saliese a la plazuela de su mismo nombre, con su imagen a hombros de sus cofrade, ante una inmensa multitude de gente(cofrades, devotos, vallisoletanos, parroquianos y turistas) para rendirla pleitesía.
Y dando un paso más quizás no sería descabellado recuperar de esta forma la procesión de regla de la hermandad, el Miércoles o el Jueves Santo, recuperar el Cristo de la Humildad y dar el nombre apropiado al Cristo de la Cruz a María. Y sin dejar de perder nuestro sentido de cofradía, que hemos ido moldeando durante el Siglo XX, acudir a la Catedral y orar ante la presencia soberana de Cristo Jesús .
Utópico?, Factible?, Imposible?, Posible?, Sueño? Realidad?...
No lo sabemos, lo que si entendemos es que es necesario y vital, amén de otras cosas.
Procesión que hace, que ante la fachada franciscana y ante el cobijo de la Real Chancillería, se agolpe un sin fin de gente, para ver salir de la clausura la imagen de la Madre con el Hijo.
Imagen que engloba y resume la Semana de Pasión, por un lado la Madre, que en su Piedad, en su Angustia y en su Soledad, espera el triunfo de la Vida, y por otro su Hijo que acaba de morir en una cruz y que yace en los brazos de quien le dio la vida.
Y que al cabo de unas horas resucitará para darnos el sentido necesario para afrontar y vivir la vida.
Y así sucede año tras año desde la Semana Santa de 2002, pues en Noviembre de 2001 fue trasladada esta talla que hizo Gregorio Fernández para la Capilla de la Soledad, en el desaparecido Convento de San Francisco, desde la Iglesia que la ha custodiado desde 1836 hasta el Convento de las Hermanas Franciscanas.
Aunque lo apropiado y correcto es que esta procesión salga de nuevo de San Martín, como así se hizo desde 1927, año en que la imagen de la Piedad o “Quinta Angustia”, es cedida por el Arzobispo de Valladolid, D. Remigio Gandásegui.
Y curiosamente año en que sale por vez primera de la S. I. Catedral Metropolitana de Valladolid.
Y fue concedida para que la Cofradía de la Piedad, hermandad con profundas raíces históricas, la acompañase por las calles de Valladolid. Pues nuestra hermandad aunque había logrado subsistir con 86 cofrades, había sido desprovista de sus imágenes devocionales históricas, como eran la Virgen de la Soledad y el Santísimo Cristo de la Humildad, y desamortizada de sus grandes conjuntos procesionales, “El Lonjinos” y “El Entierro”.
Hoy tras el pasar del tiempo y de los años, cuando al parecer hay 1800 cofrades que conforman la penitencial, cuando se ha recuperado el Paso del Entierro (no por completo), cuando se ha retomado la labor caritativa con el indulto del reo y otra serie de iniciativas, según se informa y se detalla…
…Lo apropiado sería que esta procesión del Miércoles Santo partiese de esta Iglesia Parroquial , sede canónica de la Piedad, y saliese a la plazuela de su mismo nombre, con su imagen a hombros de sus cofrade, ante una inmensa multitude de gente(cofrades, devotos, vallisoletanos, parroquianos y turistas) para rendirla pleitesía.
Y dando un paso más quizás no sería descabellado recuperar de esta forma la procesión de regla de la hermandad, el Miércoles o el Jueves Santo, recuperar el Cristo de la Humildad y dar el nombre apropiado al Cristo de la Cruz a María. Y sin dejar de perder nuestro sentido de cofradía, que hemos ido moldeando durante el Siglo XX, acudir a la Catedral y orar ante la presencia soberana de Cristo Jesús .
Utópico?, Factible?, Imposible?, Posible?, Sueño? Realidad?...
No lo sabemos, lo que si entendemos es que es necesario y vital, amén de otras cosas.
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