PREPAREMOS EL CAMINO

Seguimos en Adviento, y quizás, sentimos que nuestras vidas están llenas de prisas y rutinas.
Una de ellas puede ser la Navidad, que se repite año tras año, con sus cenas de trabajo, comidas, regalos, juguetes, etc...
Si esto es así, deberíamos preguntarnos, ¿estoy verdaderamente despierto?, ¿descubro a Dios a mi alrededor?.

Porque el Adviento significa "venida", "llegada", es tiempo de prepararnos para algo importante.
Es tiempo de estar vigilantes, de hacer los preparativos que nos permitan disfrutar de algo grande que va a ocurrir. ¡DESPERTAD y VERÉIS A JESÚS!.

Y ¿cómo podemos prepararnos?:

.-Rompiendo las prisas, los ajetreos diarios, buscando momentos de silencio, que nos permitan reflexionar sobre mi propia vida: de qué la lleno, qué o a quién descuido más, qué o a quién espero.

.-Cuidando un poco la oración personal con Jesús, aprovechar cualquier momento del día para volverme al Señor que camina a mi lado.

.-Contemplando la vida que hay a mi alrededor. Puedo descubrir a Dios en todo lo creado, en mi familia, en mis amigos. En esos signos pequeños, miradas, sonrisas, anhelos, ... ahí está Jesús. Ahí está el verdadero espíritu de la Navidad. No hacen falta grandes regalos, ni grandes comidas, ni consumir por consumir. El mejor regalo es que seas feliz y que hagas feliz a los que te rodean.

.-Agradece al Señor lo que tienes y pide perdón por esos pequeños despistes, por las "montañas" que hayamos podido levantar y los "senderos", que no hayamos sabido allanar.

Llega la Navidad, pero vivámosla de verdad. Que Cristo nazca en cada uno de nuestros corazones.