martes, 23 de agosto de 2011

GRACIAS MADRE POR LO VIVIDO.



























"CAMINANDO JUNTOS y JUNTO A CRISTO HACEMOS HISTORIA"

(19 de Agosto de 2011: La Piedad, 433 años después de su fundación, junto al Vicario de Cristo en la Tierra).


Dijo el Papa en la Eucaristía que celebró en Cuatro Vientos el pasado 21 de agosto, -respondiendo a la pregunta que Cristo hizo a sus Apóstoles "¿Y vosotros quién decis que soy?"-, "¿Cómo es posible que alguien que hizo esa pregunta hace 2000 años tenga algo que ver conmigo ahora?, es la FE en Él lo que ha hecho que estéis aquí estos 4 días, orando, cantando, meditando, cambiando, apostando por Jesús."


Eso es lo que también hemos vivido los cofrades de la Piedad en esta JMJ, algo realmente maravilloso y emocionante.

No nos podíamos imaginar algo así cuando a las 3 de la mañana del 19 de Agosto la cofradía se juntaba junto al palacio en el que un día de 1469 los reyes Católicos contrajeron matrimonio.


Intercambiamos opiniones sobre todo acerca del calor que pasaríamos, de cuánta gente habría, ... en definitiva ninguno de los que íbamos a Madrid pensábamos lo que nos iba a deparar el día, algo que a la postre fue maravilloso y que sin duda pervivirá para siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones.




A las 4,30 partieron los autobuses rumbo a Madrid por la autovía de Pinares, con casi 300 cofrades, número que hubiésemos deseado que fuese más elevado, pero que sin duda representaba a la totalidad de nuestra hermandad.


Nos acompañaron 2 cofrades de la Cena, otros dos de la Oración del Huerto y 2 más de esta misma cofradía de Salamanca. A ellos muchísimas gracias por acompañarnos.


Todos juntos representábamos a Valladolid y a nuestra Semana Santa, no os quepa duda. Pues esa era la espuesta que dábamos cuando alguien nos preguntaba.

(En un pequeño paréntesis indicar la poca repercusión que ha tenido la asistencia de la Cofradía de la Piedad en la información local d nuestro querido Valladolid.
Por lo contrastado con cofrades de otras hermandades allí presentes sus ciudades de origen se han volcado con sus cofradías. Carteles por toda la ciudad, artículos de prensa, seguimiento pormenorizado... Portadas del día siguiente en sus medios de comunicación locales.

En Valladolid somos así, fiel reflejo de lo que acontece en Semana Santa año tras año, que antaño magnífica y espléndida, vive sus horas más bajas.)


A las 7 de la mañana llegamos a Madrid, parecía que el tiempo era bueno pero claro era muy temprano, dos voluntarios nos recogieron y nos llevaron hasta el Ayto de Madrid, nuestra sede de acogida. Allí estaba nuestra Madre, impresionante y espectacular, esa fue la primera impresión que nos causó a todos cuando vimos su decoración, sencilla pero espléndida. Enseguida nos revestimos con el hábito, y nos preparamos para trasladar solemnemente a nuestra Madre hasta la 13ª estación.
Acabado el traslado desayunamos, y después a pasear por Madrid para ver el ambiente festivo y cristiano que se respiraba.


Tras un mal entendido con la organización, comimos todos juntos y a las 4,30 empezábamos a desfilar hasta nuestra estación.

Allí estuvimos hasta las 7,30, aguantando el calor como buenamente pudimos, nuestra Madre a nuestro lado, bien resguardada del sol.

Y el momento central del día llegaba, poco a poco su Santidad se acercaba y justo en ese momento todos los cofrades ilusionados coreábamos su nombre arrastrados por todo el gentío que inundaba Cibeles y el paseo de Recoletos, a los poco segundos a un metro de distancia su S.S. Bendicto XVI cruzaba sus miradas con las de todos nosotros y ese momento sin duda será inolvidable para todos los que allí estuvimos.


Después dio comienzo un Vía Crucis solemne, todos en silencio escuchábamos con atención, al llegar el momento de nuestra Madre un escalofrío recorrió nuestro cuerpo, allí estábamos, Valladolid entero representado por la Piedad, junto al Papa.

Momento sublime e indescriptible igual que lo que aconteció después, solemne procesión donde la gente atónita y maravillada no se movía de su sitio aguantando hasta que a las 5,30 de la mañana finalizábamos el recorrido. La gente nos daba las gracias por lo que estaban presenciando y por lo que habían vivido.


A nosotros, que llevábamos 48 sin dormir, no nos importaba el cansancio ni el calor, sólo disfrutábamos del momento, porque seguramente eso no lo viviremos otra vez.

Cuando pase el tiempo sólo podremos contarlo, pero podremos decir con enorme satisfacción de manera sencilla y humilde que nuestra Cofradía de la Piedad, en otro momento para su historia, estuvo allí junto al Vicario de Cristo. El cual según cuentan se emocionó al terminar de presenciar el Vía Crucis.


Para finalizar dar las gracias a todos los Cofrades con los que hemos compartido este momento, a Nuestra Madre por guiarnos y a esta Santa y vieja Hermandad para que siempre siga el camino de Cristo.

Gracias a todos. "No tengáis miedo en anunciar a Cristo"

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