Artículo muy interesante escrito por el Misionero Claretiano Eugenio Jesús Oterino, el cual nos ofrece un trocito de la historia de la Semana Santa en Valladolid, en concreto, de la Virgen de las Angustias y de La Piedad.
"Semana Santa en Valladolid. Las Angustias, La Quinta Angustia y La Piedad"
En España y desde hace siglos son numerosas las imágenes y las cofradías de Semana Santa bajo el título o advocación de la Quinta Angustia. Voy a fijarme en concreto en Valladolid.
Notemos que la religiosidad popular y la liturgia, también ya desde hace varios siglos, viene recordando y venerando los Dolores de la Virgen María. Aunque no ha sido siempre así, la devoción popular sintetizó en siete Dolores o Angustias, que normalmente, no siempre, se ordenan o enumeran así:
"Semana Santa en Valladolid. Las Angustias, La Quinta Angustia y La Piedad"
En España y desde hace siglos son numerosas las imágenes y las cofradías de Semana Santa bajo el título o advocación de la Quinta Angustia. Voy a fijarme en concreto en Valladolid.
Notemos que la religiosidad popular y la liturgia, también ya desde hace varios siglos, viene recordando y venerando los Dolores de la Virgen María. Aunque no ha sido siempre así, la devoción popular sintetizó en siete Dolores o Angustias, que normalmente, no siempre, se ordenan o enumeran así:
1º Profecía de Simeón.
2º Huida a Egipto.
3º Pérdida de Jesús en el templo de Jerusalén.
4º Encuentro con su Hijo cargado con la cruz.
5º Agonía y muerte de Jesús en la cruz.
6º Descendimiento de Jesús a los brazos de su Madre
7º Sepultura de Jesús y soledad de María.
Estos Siete Dolores aparecen cincelados en la corona en forma de diadema que canónicamente se le impuso a Ntra. Sra. de Las Angustias. Pero también y ya desde antiguo se ha llamado quinto dolor o Quinta Angustia a la Piedad, es decir, a María con el cuerpo muerto de Cristo. A modo de ejemplo: Santa Teresa de Jesús (1515-1582) en una de sus cuentas de conciencia del año 1575 dice que
“en maitines, el mismo Señor, por visión intelectual, tan grande que casi parecía imaginaria, se me puso en los brazos a manera como se pinta la Quinta Angustia”.
Y anota un recopilador y comentador de sus escritos que querría decir Sexta, pero que en los devocionarios de la época era, en efecto, la Quinta Angustia.
Me fijo en la capital vallisoletana. Con finalidad religiosa, penitencial y de
caridad nace la Cofradía de Ntra. Sra.de la Quinta Angustia y Angustias y Soledad de Ntra. Sra. de los Desamparados, probablemente hacia 1562, pero hay quienes afirman que ya existía en 1536. Consta que en 1561 salen en procesión unas trescientas personas, que acuerdan después formar una asociación bajo la advocación de la Quinta Angustia, “conmemorando el dolor que sufrió la Virgen María al contemplar a su Hijo crucificado y para cuidar a los enfermos”
En los primeros años del siglo XVII se fue simplificando su nombre original y quedó: Cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad y sus Angustias. Al unirse a ella la Cofradía de la Piedad en 1617 tomó el título de “Cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad, Piedad y sus Angustias”, más en 1630 se separaron.
Posterior y actualmente: Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias.
Su sede original tuvo un pequeño hospital, donde los cofrades ejercían su obligación de caridad y asistencia social, y una iglesia o ermita en la calle Santa Clara, que luego empezó a llamarse Angustias Viejas, al trasladarse la Cofradía en el siglo XVII a su nueva sede, y en la actualidad Torrecilla. Esa nueva y desde entonces sede es la iglesia penitencial de Ntra. Sra. de Las Angustias, de la que luego escribiré.
Probablemente en su origen desfilarían -entre otras imágenes- una talla en madera policromada de mediados del siglo XVI de la Quinta Angustia o Piedad, que actualmente preside el Salón de Cabildos, anejo y comunicado con la iglesia de Las Angustias. Juan de Juni (1507-1577), cofrade y devoto de Las Angustias, talló en madera hacia 1571; -otros autores dan otras fechas- la imagen dolorosa de Ntra. Sra. de las Angustias como titular de la Cofradía, en sustitución de la citada Quinta Angustia o Piedad y la concibió como Virgen de la Soledad; de ella trataré luego con detenimiento.
La vallisoletana Cofradía de Ntra. Sra. de la Piedad -su origen se remonta a 1578- saca desde 1927 el paso de una Piedad llamada Quinta Angustia tallada en madera hacia 1625 por Gregorio Fernández (1576-1636), y policromada por otros artistas, como figura central de un retablo en el Convento de San Francisco, que se empezó a demoler por el año 1837 a raíz de la Desamortización de Mendizábal; imagen que pasó a una capilla lateral en la iglesia de San Martín, aunque en la actualidad -por diversas circunstancias- está provisionalmente en la iglesia conventual de las franciscanas Descalzas Reales.
En el vallisoletano Museo Nacional Colegio San Gregorio, así denominado desde julio de 2008 -antes Museo Nacional de Escultura-, se encuentra otra Piedad, que forma parte del paso del Descendimiento, obra también de Gregorio Fernández para la Cofradía de las Angustias, a la que se lo entregó en 1617. Tuvo diversos avatares y cambios o supresión de imágenes, así como de su ubicación. A esta Piedad se le suele llamar la Sexta Angustia, pues en efecto corresponde la escena al sexto dolor o angustia de la Virgen María según la enumeración común.
No hay que confundir los pasos del Descendimiento a que me vengo refiriendo con otro también llamado así y también de Gregorio Fernández, quien lo concertó en el año 1623, perteneciente a la Cofradía e iglesia penitencial de la Vera Cruz.
El evangelista San Juan (19,38-39) nos narra que José de Arimatea y Nicodemo bajaron el cuerpo muerto de Jesús. El principal promotor de la devoción a este acontecimiento del Descendimiento de Cristo de la cruz fue el franciscano San Buenaventura (1221-1274) en sus obras; Oficio de Pasión; y Meditaciones de Jesucristo.
La Iglesia llamada popularmente Ntra. Sra. de Las Angustias o más breve de Las Angustias, está en realidad dedicada a la Encarnación o Anunciación, escena que aparece en altorrelieve de madera en el cuerpo principal del retablo mayor y en esculturas de piedra en la fachada principal, ambas obras son de Francisco Rincón. Se inauguró en 1607. Del mismo autor, también en piedra, y en una hornacina sobre la puerta de la fachada principal está la titular de la Cofradía: La Quinta Angustia, la Virgen sosteniendo con sus brazos el cuerpo muerto de Jesús. De Francisco Rincón es asimismo la escultura en madera de dicha titular en el ático del retablo mayor.
La capilla colateral a la Capilla Mayor del presbiterio y al lado de la Epístola está dedicada a Ntra. Sra. de Las Angustias. La capilla actual, inaugurada en 1710, es de mayores dimensiones que la primera, situada en el mismo lugar. La Virgen de Las Angustias (1,21 m.) es la obra maestra de Juan de Juni, quien la concibió como Virgen de la Soledad; en la procesión de 1623 el paso de la Soledad se le denomina por primera vez Virgen de los Cuchillos y ya antes, en 1600, aparece en un grabado con ellos. Los cuchillos no estaban previstos para ser colocados en la escultura en canales originales. Pero hay quien afirma que Juan de Juni puso entre los dedos de su mano derecha, colocada sobre el pecho, unos pequeños cuchillos de hierro; otros afirman que fue posteriormente pero antes de 1597/8. Convertidos hacia 1920 en siete espadas de plata y que perduraron hasta
el año 1971, en que, al ser restaurada la imagen, se suprimieron para evitar su deterioro; actualmente se conservan y exhiben al pie de la talla tanto en su camarín como en las procesiones.
Para Juan Agapito y Revilla (1867-1944) en el año 1650 ya la Virgen tenía las espadas de plata que hemos conocido y acortadas hoy. No hay duda de que con estos u otros cuchillos o espadas adquirió gran fama, como lo atestiguan las numerosas copias existentes.
En esta capilla de Ntra. Sra. de Las Angustias hay siete pinturas (año 1710) sobre lienzo (1,73 m. x 1,17 m.) del pintor italiano Manuel Peti, representando los tradicionales Dolores de la Virgen María.
La Coronación Canónica de Ntra. Sra. de Las Angustias debe servirnos para acrecentar nuestro amor e imitación
en relación con nuestra Madre y con una proyección social y asistencial hacia las personas necesitadas.
Eugenio Jesús Oterino , C.M.F. Misionero Claretiano
Copyright © Parroquia Inmaculado Corazón de María (Valladolid).
No hay comentarios:
Publicar un comentario