lunes, 26 de septiembre de 2011

III Centenario de la llegada de N.P JESÚS NAZARENO (Sisante)



CELEBRACION DEL III CENTENARIO llegada a Sisante de la talla de NUESTRO PADRE JESUS NAZARENO.

Días 4 al 12
20.00 solemne novenario en la iglesia del convento, con el tradicional besapié en el camarín

Día 14
02.00 ( madrugada) Conmemoración de la llegada de la imagen.
Procesión de la Luz. La cruz del Padre Jesús será llevada a hombros por los " banceros" por el presumible itinerario que recorrió la imagen a su llegada, acompañada por los devotos portando luces o antorchas.

Vigilia de la Luz. se inicia la llegada de la Cruz al convento ( una hora de duración aproximadamente).

12.00 . Misa conventual

17.00 . Traslado de la imagen al lugar de la eucaristía

17.30. Solemne Eucaristía del Centenario ( Coral Cantigal dirigida por Ignacio Yepes)

18.30 . Procesión centenaria por las calles de Sisante. Terminada la procesión se realizarán turnos de vela hasta las 8.00

Día 15

12.30 Solemne Eucaristía de Clausura del año Jubilar ( rondalla La Roldana )

Días 16,17 y 18
Durante los tres días la imagen permanecerá sobre las andas en la iglesia del convento, para la veneración de sus devotos.




La procesión de la Luz:



Los portadores de la cruz,los " Banceros " , en número de 8 y con relevos, llevaron una pequeña parihuela con un trampantojo alegorico de la Cruz.

En la Vigilia, el párroco y otro sacerdote " invitan" a los asistentes a que expresen sus vivencias , necesidades y a pedir perdón públicamente en el altar , micrófono en mano , delante de la talla; lo mismo hacen en las preces , son espontáneas , cada persona que lo desea sube al altar y pide lo que quiera.
Al final te invitan a besar o tocar, a tu manera, el sagrado madero .




La Eucaristía se ofició en una campa situada a unos 700 m. del convento, a las afueras del pueblo, junto al polideportivo, sin una sola sombra y con un sol de justica donde el pueblo fiel y el resto de autoridades y devotos aguantaron como pudieron , solamente la talla , los oficiantes y el coro estaban bajo carpas.

El número de banceros que portan la talla en la procesión es de 34 , con otras dos cuadrillas de relevo. Las andas tienen dos varales, sin patas de apoyo, lo posan sobre las horquilla que cada " bancero" porta en la mano contraria al hombro con el que cargan.

Los banceros de los relevos y parte de las manolas ( unas 200) se agarran de las manos haciendo dos cadenas ( las filas exteriores del cortejo )mirando hacia dentro y van continuamente acompañando la talla.

Al finalizar la procesión , con la imagen ya dentro del templo, cantan un himno precioso ,todo el pueblo, a Cristo y a Sisante.




Esta es la crónica enviada de unos días inolvidables, en Sisante, provincia de Cuenca.

sábado, 24 de septiembre de 2011

ECOS DE OTOÑO



Al parecer se oyen ecos de dimision en la Piedad, de echo ya los hubo y luego reconsideraron su decisión. Fue justo al acabar la Semana Santa, cuando se propuso a la Quinta Angustia por parte del Arzobispado, para acudir a PASSIO (muestra de las Edades del Hombre en Rioseco).




No se oficializó dicha renuncia por algunos responsables, en aquella ocasión primaba el interés de la Junta de Gobierno de la Cofradía, pues quedaba el acudir a Madrid a la JMJ con la Virgen.



Hecho trascendental en la historia reciente de la Piedad.

Allí estuvimos, sinceramente acontecimiento extraordinario de un enorme calado para los que acudimos, posiblemente se pudo asistir con "retoques" en nuestra forma de procesionar... pero eso quedará para otros y en otros tiempos.




Ahora se oye que el representante máximo de la Cofradía dejará su cargo, esto no debería ser así.

Fue elegido por cuatro años y sólo llevamos dos, se eligio un Cabildo de Gobierno, no a una persona, si dejan su cargo que lo dejen todos y se convoquen de nuevo elecciones o que se forme una gestora por parte del Arzobispo, hasta que llegue la primavera de 2014. Opción más viable.



Aunque como se dice al principio sólo son rumores y ecos de otoño, ...

No seremos quienes digamos qué deben hacer, cómo y cuándo, sólo comentamos un hecho que se filtra por Valladolid en este mundo nuestro de la Semana Santa.

Aunque si nos preguntan nuestra respuesta es que si dimiten o se van que lo hagan al completo, todo el Cabildo de Gobierno.



Y que nuestro Excmo. Sr. Arzobispo, Don Ricardo Blázquez conforme una Junta Gestora para recomponer algo esta antigua hermandad.



Lo dicho, hoy festividad de Nª Sª de la Merced, en otro tiempo cobijo de la Piedad, sólo se oyen y se comentan ecos de otoño.

viernes, 23 de septiembre de 2011

LA REFORMA DE LA MERCED: LA MERCED DESCALZA.

Mañana, día 24 de Septiembre, festividad de Nª Sª de la Merced, nuestra hermana y querida orden mercedaria celebra fiesta principal. Nuestra hermandad de la Piedad estuvo durante 160 años muy unida a ella. Tanto es así que colaboraba en la organización y preparación de esta fiesta. Desde este blog muchas felicidades, que la Virgen de la Merced os guíe siempre.

Hoy queremos rescatarles otro trocito de historia, no propiamente suya, pero si de sus Hermanos Mercedarios Descalzos.
Otro atropello más a nuestro rico patrimonio Vallisoletano, que en esta ocasión los franceses realizaron con éxito.

Foto: reconstrucción del derribado convento de San José, por Juan Carlos Urueña Paredes


El Convento de de San José de los Mercedarios Descalzos estaba emplazado en lo que hoy es la calle de la Estación, enfrente de la calle Panaderos; zona que antiguamente se denominaba la "Puerta o Portillo de la Merced".

Estuvieron en este Concento desde que hicieron la reforma mercedaria, aproximadamente desde 1613 hasta 1812, año en que es derribado y destruido.

Estos frailes eran muy conocidos en Valladolid por el rezo del Santo Rosario, que por toda la ciudad practicaban tanto de día como de noche.

Tanto es así que esta tradición arraigó tanto que se realizaba solemne procesión en la festividad de Nª Sª del Rosario.

martes, 20 de septiembre de 2011

LO QUE VALLADOLID ESCONDE


Gracias de nuevo al Padre Mario por su aportación y este interesante artículo, ahora que llega la festividad de Nª Sª de la Merced, el próximo 24 de Septiembre


LO QUE VALLADOLID ESCONDE.
Una Obra Maestra en Cera: la Virgen de la Merced
de Fray Eugenio Gutiérrez de Torices (┼1709)

Por Fray Mario ALONSO AGUADO.

Es necesario mucho sosiego y una extremada imaginación para discurrir por la ciudad de Valladolid y distinguir en ella las huellas de la capital que fue y que hoy lamentablemente ya no es.


Recorriendo su maltrecho y malbaratado centro histórico, que ahora pretende desagraviarse, en ocasiones se topa uno con insospechados y obstinados vestigios de una ambición urbanística propia de un pasado esplendoroso. Tristemente muy pocos son los testimonios que alcanzan el grado de monumentalidad. Algunos de ellos permanecen escondidos tras infranqueables muros, nos referimos a las clausuras monásticas femeninas, en las que sorprendentes obras de arte permanecen veladas desde siglos y cuidadosamente custodiadas bajo las silentes manos de las monjas. Uno de los monasterios más interesantes de la capital castellana es, sin duda, el de las Descalzas Reales.
Originariamente fundación palentina, del año 1550, y trasladado muy prontamente a Valladolid. Emplazado frente a la Real Audiencia y Chancillería y habitado por una comunidad de Descalzas Franciscanas de la Orden de Santa Clara. Llamando pertinazmente a su torno apareció rápidamente Madre Lourdes, la Superiora, que presta y amablemente me abrió las puertas de la clausura de par en par para poder admirar y gozar in situ de cuantas obras de arte el monasterio encierra. Magnífico legado artístico en el que sobresalen un conjunto de pinturas, bastantes desconocidas, donadas por la reina Margarita de Austria y realizadas entre 1610 y 1615 por un grupo de pintores de la Toscana. En nuestro recorrido por los claustros y dependencias contemplamos absortos tallas del gran Gregorio Fernández, un lienzo de El Greco y un gran número de piezas de indudable mérito artístico.

Al llegar al antecoro nuestra mirada reparó en un pequeño cuadro provisto de un cristal delantero a modo de escaparate, y lo denomino así teniendo en cuenta que en sentido estricto el término escaparate es equivalente a urna o vitrina, usada para exhibir y custodiar “cosas delicadas, menudencias costosas”, imágenes religiosas en el caso que nos ocupa. Recordemos que en épocas pasadas también se utilizó el vocablo italiano “teatrino” para designar más específicamente a este tipo de composiciones.

El escaparate en cuestión es una verdadera obra maestra realizada por el mercedario Fray Eugenio Gutiérrez de Torices en 1698, tal y como reza una pequeña inscripción al dorso del mismo. Catalogado erróneamente como “Fundación de la Orden de la Merced” en realidad se trata de la representación de la descensión o triple aparición de la Virgen de la Merced, a San Pedro Nolasco, al rey Jaime I y a San Raimundo de Peñafort, a los que la tradición señalaba como “los tres fundadores de la Orden de la Merced”. Torices coloca la trilocuidad de la Virgen, hecho que aconteció en la Edad Media, en un marco contemporáneo y se sirve del artificio de colocar dos ventanas al fondo para mostrar el suceso. En la de la derecha del espectador aparece la figura de San Raimundo de Peñafort y en la de la izquierda el rey Jaime I. En un primer plano San Pedro Nolasco Nolasco, verdadero Fundador de la Orden, aparece vestido de seglar, con su mano derecha al pecho y postrado de hinojos en medio de su celda, escuchando las palabras de la Virgen. En lo alto, la figura resplandeciente de María cobra protagonismo máximo e indiscutible, ataviada con el blanco hábito de la Orden de la Merced ceñido con la correa de San Agustín, muestra y ofrece su santo escapulario. Aparece rodeada de una corte de ángeles, portando algunos de ellos símbolos mercedarios: cadenas de los cautivos, palma del martirio, corona de flores…

Todo el conjunto, excepto el anacronismo del ambiente, del lugar y de la indumentaria, posee una sorprendente precisión y detallismo acentuado en el modelado de tan pequeñísimas figuras y en la maestría manifiesta en la realización de todos los complementos de la decoración: la magnífica mesa barroca con su reloj de torrecilla en lo alto, el sillón frailuno, la mesa ornada con libros, crucifijo, velón y tintero; los espejos colgados a ambos lados y el encantador cuadro de San Juanito puesto al centro y ya deteriorado al haber sufrido el escaparate diversos cambios bruscos de temperatura en las diferentes exposiciones a las que fue llevado. Sin duda, una pequeña obra maestra de calidad artística sobresaliente. Meritoria por varios motivos: por sus escasas dimensiones, por la ardua tarea de su acabado y composición, por el probado ingenio creador de su autor o por el material utilizado. En efecto, el escaso tamaño de las figuras representadas hace dificultoso el modelado y el coloreado del material empleado: la cera. Desde antiguo la cera aparece vinculada a la práctica escultórica (modelos, retratos, mascarillas, exvotos) A partir de la segunda mitad del siglo XVI comienzan a realizarse pequeñas obras en relieve, figurillas aisladas o escenificaciones más o menos complejas, en cuya ejecución se especializaron algunos escultores logrando un alto grado de virtuosismo.

Avanzado el siglo XVII, España introduce piezas de este tipo traídas desde Italia, fomentando aquí el gusto por hacer y por tener pequeñas obras en cera para urnas, cajones o escaparates. El historiador Jesús Urrea sostiene que don Juan de Revenga introdujo en la Corte española el aprecio hacia estas diminutas composiciones realizadas con extremado primor. No es aventurado suponer que haya sido él quien adiestrara al mercedario Gutiérrez de Torices en estas artes, superando con creces el discípulo al maestro, alcanzando el fraile gran prestigio entre sus contemporáneos con sus pequeñas figuras y conjuntos. ¿Pero qué es lo que realmente conocemos sobre Fray Eugenio Gutiérrez de Torices? No demasiado. Autores como Palomino, Ceán Bermúdez o Álvarez Baena nos suministran escasos datos. En la brevedad de este artículo recordamos que su nacimiento se sitúa en Madrid entorno a 1625. En el convento de la Merced de su ciudad natal profesó como mercedario en 1652. Ya en 1658 sus obras en cera eran admiradas en toda la Corte. Los pintores boloñeses Mitelli y Colonna las definen como “un myracolo della Natura”. Uno de sus contemporáneos afirma que sus ceras fueron “colocadas en los mejores gabinetes de los mayores príncipes de Europa” mencionando además algunas de las que él mismo logró ver, como “un escritorio que cada gaveta tiene un cajón en que se representa un país con diversas ideas, cosa en extremo peregrina”. Nuestro fraile artista murió hacia 1709, en su convento de Madrid donde ocupaba el cargo de Maestro de ceremonias. Su obra, perdida en gran parte dado lo delicado de su conservación, y dispersa, por otra, en monasterios de clausura o colecciones privadas es difícil de catalogar. Personalmente conocemos obras suyas o de su escuela, en Madrid, en El Escorial, en El Espinar (Segovia), en Valladolid, en Ávila, en casas de subastas, en anticuarios, en colecciones particulares…Hace no mucho descubrimos en la colección de Gonzalo Mora una sorprendente obra titulada “Tota Pulcra”, representando una Inmaculada de bella factura. Por otro lado, muchos de los tratadistas y estudiosos del Belén lo presentan como uno de los grandes maestros, describiendo sus figuras como de una gran finura y transparencia que las hace exquisitas. Sin duda, un gran escultor por descubrir, cuya obra, en gran parte escondida, hay que desvelar.

www.mercedarios.net/caminosdeliberacion

miércoles, 14 de septiembre de 2011

CRISTÓBAL COLÓN y LOS GENOVESES





El Almirante que dio al Imperio Español nuevas tierras con el descubrimiento de América, nació hacia 1451 en Genova, era por tanto Genovés.

Como los primeros cofrades de la Piedad.



Para eso traemos estas líneas, para dar una hipótesis sobre aquella época, años en los que la cofradía de la Piedad vio la luz en el Valladolid própero de Reyes y nobles, de la Chancillería y del Tribunal de la Inquisición.


Y surge una pregunta ¿pudo ser Don Cristóbal Colón cofrade de la Piedad?



1er CONTACTO DE COLÓN CON VALLADOLID:

Colón ofreció el proyecto a los Reyes Católicos, su plan por todos conocidos era alcanzar las Indias por occidente.

Se dirigió al Cto de la Rábida contactando con Fray Antonio de Marchena, el cual le recomienda hablar con Hernando de Talavera, prior del Mº de Nª Sª de Prado, actual sede de la Consejería de Educación y Cultura de la Junta de Castilla y León.

Éste fue desde 1470 confesor de la Reina Isabel.

Colón quedó alojado en este Convento Jerónimo y gracias a él y a Santángel consigue sacar adelante su idea

2º CONTACTO CON VALLADOLID:

Despues de descubrir América y sus viejes al nuevo continente, el almirante regresa a Valladolid por 2 veces, la 1ª en 1497 después de su 2º viaje y la última, pues será la definitiva, a finales de 1505, ya que falleció según el regidor de Valladolid Rodrigo de Verdesoto el 20 de Mayo de 1506.



"Cristobal Colon que descubrió las Indias y otras muchas tierras murió en esta villa de Valladolid, el Miércoles víspera de la Ascensión del Señor, 20 de Mayo de 1506. Enterrose en San Francisco en la capilla de Luis de la Cerda, en la calasostra..."



Sus funerales pudieron haberse celebrado en la Antigua, lo que es incuestionable es que Don Cristóbal estuvo enterrado en el Cto Franciscano desde 1506 hasta 1509, que es llevado a Sevilla.



RELACIÓN CON LOS XINOBESES FUNDADORES DE LA PIEDAD:


Hasta ahora lo expuesto era conocido por todos, no lo es tanto el que Colón mantuviese estrechas relaciones con algunos Genoveses, que según la tradición y la historia de nuestra cofradía están en el origen de la misma.


Nombres como Centurion o Centurione, Lomelín, o Negro estuvieron muy cerca del almirante.


Por ejemplo en su testamento Colón deja dicho:


"... a los herederos de Luis Centurion Escoto, mercades xinobes 30.000 reales...

... a esos mismos herederos y a los de Paulo Negro 100 ducados...

... y a Baptista Espíndola yerno de Luis Centurion..."



Además Colón está desde un principio relacionado con los comerciantes y banqueros genoveses.

Con Centurione mantuvo relaciones comerciales, fue su agente comercial.


Otro dato más que interesante es que los Lomelin y Saudí tuvieron relaciones con Andrés de Mirueña y los frailes mercedarios. Este tal Mirueña, vecino de Valladolid, es mencionado en el testamento de Colón.

Se especula que el Bachiller Mirueña fue el propietario de una casa, ubicada al lado del Cto de la Merced, entre Don Sancho y Maldonado, que fue donde se alojó el Almirante en 1506.



Finalmente Leonardo Lomelín también tuvo relaciones comerciales con Hernán Cortés, éste se comprometió con el genovés a suministrarle durante 8 años, 8000 arrobas de azúcar.



CONCLUSIÓN:

Posiblemente Don Cristóbal Colón nunca perteneció a la Cofradía de la Piedad, o sí. Nunca lo sabremos, lo que es cierto es que tuvo mucha relación con los posibles fundadores de ésta.

Solamente hemos querido reflejarlo, como otrao duda más en su vida, otra de tantas, como la de saber donde descansan sus huesos.

Es una dato más para la historia, un apunte para posibles investigaciones.

Sólo hemos tratado de hacer una pequeña reseña y como anécdota en los orígenes genoveses de la Piedad.



Que no se mal interpreten estas palabras, ni se saquen conclusiones erróneas... nada más.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Nª Sª de San Lorenzo, Patrona de Valladolid.



Ya se ha convertido en todo un referente la procesión de la Patrona de nuestra ciudad.


Cada 8 de Septiembre, y ya van unos cuantos, la Virgen sale de la Parroquia de San Lorenzo para que todo Valladolid le rinda pleitesía y disfrute de un precioso y emotivo día.


Miles de personas se agolpan para ver pasar el cortejo procesional, destacando algunos momentos cumbres como la entrada y salida de la Catedral o de la propia Iglesia parroquial, así como el paso por la alfombra floral, en la acera de San Francisco, preparada para dicha ocasión.


Al son de maníficas marchas, como Jesusalén, camina la Virgen a hombros de sus cofrades para que en la Santa Iglesia Catedral se oficie la Santa Eucarístía, presidida por D. Ricardo Blázquez, Arzobispo de Valladolid.


Otro año pasa, pero esta tradición del pueblo arraiga cada vez más entre sus gentes, sepamos mantenerla y cuidarla entre todos.



lunes, 5 de septiembre de 2011

Desplazar una obra de arte: LA QUINTA ANGUSTIA A MADRID






Información tomada del periódico "AQUÍ EN VALLADOLID" (Septiembre 2011).

Este mes hemos asistido al desplazamiento de una de las obras de arte más admiradas de nuestra Ciudad, para conocer, de primera mano, que requisitos se necesitan para ello.

Si cualquier mudanza supone momentos de nervios, esfuerzo y cansancio, esos se multiplican cuando lo que se va a desplazar es toda una cofradía, paso incluido. Así lo hizo la cofradía de La Piedad, que asistió a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid.


Cualquier traslado es importante e intentamos que no suponga el deterioro o pérdida de ninguno de nuestros enseres. Casi todo el mundo lo hemos vivido de cerca, y nos ha supuesto días de esfuerzo, cansancio y nervios. Esta sensación es aún mayor si, cuando de lo que se traslada, es de una obra de arte con un valor incalculable y, que además, es esperada por cientos de miles de personas para ser vista en un momento y sitio determinado. Para explicar un poco este proceso hemos querido tomar un ejemplo concreto. En este caso hemos aprovechado el desplazamiento del paso procesional de Semana Santa “La Quinta Angustia”, a Madrid, este mes de agosto, con motivo de la visita del Papa.

Datos de la obra de arte referida:
- Autor: Gregorio Fernández.
- Fecha: 1625
- Sede habitual: de la capilla del convento de San Francisco pasó a la iglesia de San Martín. En la actualidad se encuentra en la exposición de Las Edades del Hombre, en Medina de Rioseco, pero una vez finalizada esta volverá a su actual sede en la iglesia conventual de las Descalzas Reales (Avda. Ramón y Cajal, 4).
- Forma: mide 1,46 metros de altura y está sin tallar por la parte posterior, ya que estaba destinada a formar parte de un retablo. Con el auge de las procesiones en el siglo XX es incorporada a estas, ocupando un puesto privilegiado en nuestra Semana Santa. Entre 1986 y 1987 fue restaurada, levantando los numerosos repintes, y recuperando su policromía original. En 2004, se realizó una nueva restauración para su conservación y recuperación del color perdido por golpes, suciedad…

Motivos de la solicitud
Las obras de arte tienen habitualmente un espacio fijo donde se encuentran. El motivo de desplazarse suele venir dado por peticiones para temas concretos, a las que acceden o no sus propietarios.
En el caso de la imagen de “La Quinta Angustia”, propiedad de la Cofradía de La Piedad, ha viajado en más ocasiones. De hecho, actualmente, puede verse en la exposición “Las Edades del Hombre” en Medina de Rioseco. Pero en esta ocasión era una petición especial por varios motivos: “se trata de participar en un acto al que es previsible asistan hasta dos millones y medio de personas de todo el Mundo, como es la Jornada Mundial de la Juventud”, expresaba Mercedes Cantalapiedra, concejala de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid.
La petición tiene que tener una relevancia suficiente, como para plantear todo lo que supone el desplazamiento de una obra. En este caso nos cuenta José Andrés Cabrerizo, delegado de Religiosidad Popular del Arzobispado, como fue:

“La participación de la cofradía fue una sorpresa, nadie sabíamos si nos iban a pedir algo desde Madrid, suponíamos que sí dado nuestro carácter internacional y la calidad de nuestras tallas. Al final llegó la petición al Arzobispado y este lo único que hizo fue trasladarla a la cofradía, quién aceptó automáticamente. Luego la cofradía ya se ha encargado de todo, incluso de invitar al resto de cofradías, ya que la invitada era ella, no el Arzobispado”.

A La Piedad la acompañaron 2 personas de la cofradía de La Sagrada Cena, y otras 2 de La Oración del Huerto. La respuesta de Las Angustias llegó demasiado tarde y, el resto, así como la Junta de Semana Santa, no respondieron a la invitación.

Necesidades previas
En cada caso son diferentes. En este concreto se trataba de:
- Material publicitario para comunicar el evento: impresión de la que se hizo cargo la imprenta municipal.
- Restauración de la carroza: puesto que la imagen estaba restaurada, pero la carroza nunca había salido de la Ciudad. Se hicieron cargo los talleres del Ayuntamiento.
- Contratación de los seguros necesarios: se hizo cargo el arzobispado. Para ello se partió de la valoración que hace la Junta de Semana Santa para las fechas procesionales.
- Planificación del transporte: igualmente se hizo cargo el Arzobispado, en colaboración con la división de Arte de la compañía de transportes,

“la carroza nunca se había trasladado, al final se optó por una góndola, que es un transporte especial por las dimensiones que tiene”, nos cuenta el secretario de la Cofradía de La Piedad.

Permisos y Seguridad

Para desplazar una obra de arte, es necesaria la tramitación de los permisos correspondientes. Según nos explica su secretario, “en noviembre de 2009 se nos informa del acontecimiento y que nuestra imagen había sido una de las seleccionadas, y en junio de 2010 se concretó. Entonces se iniciaron los trámites para que pasara la comisión provincial de patrimonio, que pasó favorablemente, sin problemas”.

“El arzobispado a su vez, a petición de la cofradía, tramitó el permiso de la Junta de Castilla y León, a través de la Delegación Territorial, para que la obra pudiera salir de la Comunidad”, según nos cuenta José Andrés Cabrerizo.

El traslado se realiza a ciertas horas, bien por motivos de seguridad, bien por necesidades de entrada en destino. En concreto en este caso la cita fue a las 4 de la madrugada.
El convoy, donde iba y regresaba la obra, ha ido escoltado en todo momento por la Guardia Civil y, en Madrid, la seguridad ha correspondido a la Policía Municipal de la Capital.

Preparación, embalajes y transporte
El mayor riesgo de deterioro de una obra, según estudios internacionales, se produce cuando estas están en tránsito. Muchos son los motivos: la exposición a movimiento de la obra, a cambios de temperatura, estar expuesta a agentes externos (sol, agua), etc. Por eso es muy importante el embalaje, su manipulación, y una correcta colocación y enganche para su traslado.

“Va todo completamente embalado, a la imagen la han hecho un cajón especial para llevarla y, el resto de los elementos, está todo en cajas y en arcones especiales que tenemos para llevarlo”,.

Todo el proceso es igual de importante: el embalaje, la carga, el transporte y la descarga.
El transporte ha correspondido a Mudanzas Gallego, y el presupuesto ha sido de 12.000 €

Muestra
Una vez en destino la obra debe ser preparada y “vestida” para el evento concreto.
En este caso se trataba que el paso quedase como procesiona en Valladolid, a excepción de la decoración, sustituyendo los más de 2.000 claveles de la carroza habitual, por una decoración del escudo de la Ciudad y de la cofradía, realizado en piedra, arena y resina por José Antonio Gerbolés (quien también realiza las alfombras para la procesión de la Virgen de San Lorenzo).

Tan solo se planificó que llevara adorno floral en la espalda de la Virgen.
El montaje se llevó prácticamente preparado desde origen, para que allí fuera fácil y rápida su realización final.

Otra de las necesidades de una obra que se desplaza, es conocer si la ubicación de destino tiene las necesidades cubiertas en cuanto a conservación, espacio… “está todo perfectamente preparado, es decir, el palacio de telecomunicaciones (en la plaza Cibeles, actual sede del Ayuntamiento de Madrid) está acondicionado para que no haya ningún problema, está perfectamente climatizado y, luego, donde va a estar la imagen en el altar, está todo previsto para que no tenga ninguna incidencia”, nos confirma Jesús Jiménez.

Equipo
No suele ser tan grande el número de personas necesarias para el desplazamiento de una obra. En esta ocasión, las especiales circunstancias, han hecho que la compañía sea múltiple.

“han intervenido muchas personas, todos los equipos: secretaría, albaceas, equipos de trabajo, de carroza… unas 20 a 25 personas, a estas tendríamos que sumar la banda que ha estado ensañando… todos implicados.
Hemos contratado una serie de autocares también para los cofrades que se han acreditado, unas 300 personas para estar en el recinto acotado. Tenemos que tener en cuenta que se trata de llevar allí el paso el jueves, montarle para su exposición, y celebrar el viernes una procesión, como sería aquí la de un Miércoles, Jueves o Viernes Santo, pero a 200 kilómetros de distancia.
Es algo muy importante, es la primera vez que vamos a un acto de este tipo, y será una ocasión única para todos nosotros y la cofradía, que no se va a volver a repetir”.





jueves, 1 de septiembre de 2011

SAN SIMÓN DE ROJAS: SANTO VALLISOLETANO y CONTEMPORÁNEO DE NUESTRA HERMANDAD




PEDRO ALIAGA ASENSIO, O.SS.T., San Simón de Rojas. Un Santo en la Corte de Felipe III y Felipe IV, Biblioteca de Autores Cristianos, MMIX, 581 Págs.

Documentado estudio biográfico y doctrinal acerca del santo, vallisoletano y trinitario, San Simón de Rojas, elaborado por otro trinitario de nuestros días, el P. Pedro Aliaga.


Un santo al que se le reconocieron sus virtudes heroicas y al que se le beatificó, elevándolo a la gloria de los altares, en el siglo XVIII; y al que, dos siglos más tarde, Juan Pablo II, Papa ya beatificado, lo canonizó el 3 de julio de 1988 antes de clausurar el Año Santo Mariano.


Nuestro protagonista vio la luz en la ciudad de Pisuerga un 28 de octubre de 1552, en una casa que la tradición sitúa en el terreno que hoy ocupa una de las capillas laterales de la inconclusa catedral vallisoletana. A la edad temprana de doce años ingresa como religioso en el Convento Trinitario de Valladolid. Los cronistas trinitarios sostienen que fue Alfonso X quien donó a los Hijos de San Juan de Mata un palacio o edificio, situado cerca de la iglesia de San Llorente, donde actualmente se venera a la patrona de Valladolid, para edificar su convento. Sin embrago, otros historiadores sostienen que por aquellas calendas la villa no se había extendido aún por aquellos lares y la donación, si es que llevó a haberla, sería únicamente del terreno.


Lo cierto es que los trinitarios siempre sostuvieron el carácter real de su convento vallisoletano. En ese Valladolid conventual, repleto de la peculiar y rígida espiritualidad “barroca”de la época, fue ordenado sacerdote en 1572. Tras la ordenación presbiteral marcha a Salamanca en cuya famosa universidad cursará sus estudios teológicos. Más tarde lo encontramos en la ciudad imperial de Toledo siendo profesor de filosofía y teología.


Su amplia preparación y la estima que tenía en su Orden le valieron los cargos para los que fue elegido y las responsabilidades a las que fue llamado. Fue en dos ocasiones Visitador Apostólico de la Provincia trinitaria de Castilla y una de la de Andalucía. Su fama trascendió los muros de los claustros y tuvo bastante autoridad política en la sacralizada España del momento, siendo requerido en la Corte para ser preceptor de Infantes o confesor de la reina Isabel de Borbón, primera esposa del rey Felipe IV.
La historia le recuerda por su gran devoción a la Virgen, fundando en su honor la Congregación de Esclavos del Dulcísimo nombre de María, para el servicio de pobres y enfermos de Madrid, de ahí que sea conocido como El apóstol del Ave María.


La iconografía se hizo eco de esta faceta biográfica de nuestro santo, tan influyente en su rica espiritualidad mariana; por eso los pintores, grabadores y escultores lo representan ligado a alguna figura de María.


El libro que presentamos se estructura en seis densos capítulos, precedidos de una amplia introducción, teniendo como apéndice final un total de once interesantísimos documentos. Don Luigi Mezzadri, Director del Departamento de Historia Eclesiástica de la Facultad de Historia Eclesiástica y Bienes Culturales de la Iglesia, de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, corre a cargo del Prólogo, breve pero esclarecedor. La densidad y complejidad de la obra nos lleva a conocer más a fondo la sociedad de la época, los personajes que la pueblan, los problemas sociales que acontecen y la tenebrosa mentalidad que impera. Sin duda, un estudio biográfico bien presentado, escrito con rigor histórico utilizando fuentes fidedignas. Tras su lectura sentimos a San Simón de Rojas un poco más cercano y conocemos más en profundidad al ortodoxo trinitario que fue y que gozó de la estima de sus contemporáneos, ejerciendo sobre ellos una notable influencia benéfica.

fray MARIO ALONSO. (P.O. de la MERCED)