Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 28b-36
En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se calan de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: - «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabia lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decia: - «Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.» Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que hablan visto.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN:
Monseñor Van Thuan, fue predicador de los Ejercicios Espirituales de Juan Pablo II.
Fue ordenado presbítero en 1953 y doctor en Derecho Canónico en 1959. Durante ocho años fue obispo de Nhatrang (1967-1975). En 1975 fue nombrado por Pablo VI, Arzobispo de Saigón, pero el gobierno comunista lo vio como un complot y 3 meses después fue encarcelado. Durante 13 estuvo encarcelado en Vietnam, 9 de ellos los pasó en régimen de aislamiento. Una vez liberado, fue obligado a abandonar Vietnam a donde no ha podido regresar, ni si quiera para ver a su anciana madre. Se trasladó a Roma.
Ha sido presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz de la Santa Sede. A pesar de tantos sufrimientos, o quizás más bien gracias a ellos este, finalmente nombrado, Cardenal ha sido un gran testigo de la Fe, de la Esperanza y del perdón Cristiano.
Falleció el 16 de Septiembre de 2002, el Papa Benedicto XVI inició su proceso de Beatificación el pasado 16 de Septiembre de 2009. Una de sus reflexiones es la siguiente:
AMAR A LOS ENEMIGOS:
Un distintivo particular del Amor cristiano es el amor a los enemigos, con frecuencia incomprensible, para quien no cree.
Un día uno de los guardias de la cárcel me preguntó. "Usted nos ama?, le respondí: "Sí, os amo". "¿Nosotros le hemos tenido encerrado tantos años y usted nos ama? No me lo creo"... Entonces le recordé: "Llevo muchos años con Usted, lo ha visto y sabe que es verdad". El guardia me preguntó: "Cuando quede en libertad, ¿enviará a sus fieles a quemar nuestras casas o a asesinar a nuestros familiares?"." No, respondí, aunque queráis matarme, yo os amo".
"¿Por qué?", insistió. "Porque Jesús me ha enseñado a amar a todos, también a mis enemigos", le aclaré. "sino lo hago no soy digno de llevar el nombre de Cristiano, Jesús dijo: "amad a vuestros enemigos y rezad por quienes os persiguen". "Es muy bello, pero muy difícil de entender ", comentó al final el guardia.
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