La canonización de
Isabel I.
Parece que esta vez, sí, Isabel la Católica puede ser
beatificada. Y bajo los auspicios de monseñor
Blázquez, que ya ha dado impulso a una comisión.
1.-El proceso para la beatificación de la Reina Española Isabel la Católica estaba terminado para el año 1992.
2.-La Iglesia consideró ese año para la beatificación al coincidir con el 500 aniversario de la Evangelización de América
3.-Varios motivos de carácter “diplomático” obstaculizaron que esa beatificación se llevara a efecto
4.-«Juan Pablo II
estuvo a punto de beatificar a Isabel, pero Lustiger se opuso decisivamente»
Fuente infovaticana.com/blog/adelante-la-fe/isabel-la-catolica-conoce-su-proceso-de-canonizacion/
En 1958, promovido por el
arzobispo de Valladolid, Mons. José García y Goldaraz, se inició el expediente
que daría luz verde al proceso de beatificación de la reina Isabel la Católica. La
investigación histórica iniciada por el canónigo Vicente Rodríguez Valencia se
interrumpió a su muerte, en 1972. Desde entonces, muchos han sido los parones
que han enfriado un proceso que vuelve ahora con fuerza gracias a la obra
‘Isabel Íntima’ (Planeta, 2014), del periodista José María Zavala. De la
treintena de milagros y/o favores obrados en personas de distintos países por
intercesión de la Sierva
de Dios Isabel la Católica
que se recogen en este libro, hay uno de particular importancia por haber sido
aportado al proceso ordinario diocesano abierto en su día por la Congregación para la Causa de los Santos.
Se trata del caso de Roy Yearling, natural de Michigan (Estados
Unidos), a quien le fue diagnosticado un cáncer de páncreas en octubre de 1998.
Tanto su esposa, Sylvia, como el resto de su familia empezaron a rezar todos
los días desde entonces con gran fervor la oración a la Reina Isabel , rogando
por la completa sanación de Roy. Las esperanzas de curación eran prácticamente
nulas, incluso para la opinión médica, ya que el doctor que le había
diagnosticado el tumor a Roy se negó a hacerle un TAC, argumentando que era
perder el tiempo porque iba a morir. La familia no perdió la Fe , siguió rezando a la Reina Isabel la Católica y logró
encontrar un nuevo médico que sí le practicó finalmente dicha prueba el 25 de
enero de 1999.
Para gran
sorpresa del galeno, el tumor había desaparecido. El doctor no supo qué decir a
la familia del paciente cuando ésta fue a visitarle, pues se había preparado
para explicarles el crecimiento del tumor y las nulas esperanzas de curación y,
de golpe y porrazo, se encontró con que éste mal ya no existía. Desde entonces,
Roy recuperó todas sus fuerzas, se restableció por completo y pudo incluso
volver a trabajar a jornada completa.
En el año
2000, el entonces postulador de la
Causa para la beatificación de Isabel La Católica , el padre
claretiano Rafael Serra, visitó la casa general de Miles Jesu en Roma para
obtener más información sobre la curación extraordinaria de Roy Yearling. Miles
Jesu es un instituto de vida consagrada que tiene como una de sus principales
misiones difundir la devoción a Isabel la Católica y trabajar activamente por el
reconocimiento público de su santidad. Tras aquel encuentro, el padre Serra
confirmó que Roma había iniciado una investigación exhaustiva del caso, como si
se tratase de un verdadero milagro inexplicable a la sola luz de la ciencia.
¿Será éste el milagro que acelere el proceso de beatificación de Isabel la Católica ?
Entrevista a Jose María Zavala:
Ya está en la calle Isabel
íntima (Planeta),
el nuevo libro de José María Zavala, centrado esta vez en un
personaje clave de la
Historia universal, como es Isabel la
Católica.
Su
popularidad reciente, a raíz del éxito de la serie de televisión de RTVE, va
pareja con la persistencia de la vieja leyenda negra contra ella, tejida de
falsedades y desenfoques a los que el autor no rehúye enfrentarse.
Cuenta para ello, como explica a ReL, con un documento de excepcional importancia
que esperaba en los archivos vaticanos el examen de su mirada
escrutadora: laPositio o
documento de beatificación de la Reina Católica.
-¿Está usted preparado para la polémica?
-Si por
polémica se entiende desmontar la falsa “leyenda negra” contra la mujer y reina
más célebre de la Historia
de España, ya lo creo que estoy preparado. Aunque en el fondo no debiera
haberla para quien examine, sin prejuicios, el proceso de beatificación de
Isabel la Católica.
Puedo asegurar que el arsenal de documentos que respalda las
principales decisiones de su reinado es abrumador.
-No sólo la defiende la “leyenda negra”, usted es partidario
de que la Iglesia
reconozca sus virtudes…
-Ojalá que este libro se convierta en un eficaz instrumento para
reabrir el proceso de beatificación de Isabel. Recordemos que el cardenal Rouco
Varela impulsó ya dicho proceso en diciembre de 2002, durante una conferencia
en la Embajada
española ante la Santa Sede
en la que calificó a la reina de “gran
cristiana” y de precursora de la defensa de los derechos humanos.
-¿Ha habido posibilidades reales de esa beatificación?
-Juan Pablo II estuvo a punto de beatificar a Isabel. Creía en
la vida de santidad de esta mujer y reina que vivió en grado heroico todas las
virtudes, según se desprende de los más de 100.000 documentos examinados, de
los que finalmente se escogieron3.160
documentos repartidos en 27 tomos (el primero de ellos con
dos volúmenes) que conforman la Positio a
la que he tenido acceso.
-¿Por qué se le dio carpetazo entonces?
-Cuando la
beatificación estaba a punto de salir adelante, el cardenal francés Jean Marie
Lustiger, amigo del Papa Wojtyla y defensor del diálogo hebreo-católico como
judío converso que era, se opuso de forma decisiva.
-¿Quién fue en realidad Isabel la Católica ?
-Antes que nada, fue una mujer ejemplar como hija, esposa y madre. Una
mujer y reina con un sentido trascendente de la vida. Católica no de boquilla,
como tantos otros de hoy, sino convencida de que Dios ocupa siempre el primer
lugar en la vida y de que todo lo demás debe subordinarse a la Suprema Voluntad.
-¿Incluso la expulsión de los judíos?
-Una reina católica como ella, en el siglo XV, creía a pies juntillas que la religión cristiana
era una verdad absoluta que debía protegerse a toda costa.
Incluso, en efecto, prescindiendo de los falsos judíos conversos que ejercían
un pernicioso proselitismo para la fe cristiana. ¡Y ojo, porque la Iglesia pensaba como ella!
Juzgar por eso la expulsión de los judíos con criterios actuales constituye un
craso error.
-¿Qué quiere decir exactamente?
-Pues que en
la expulsión, a diferencia de lo que sostienen algunos, no existió motivo
alguno racista o antisemita; sencillamente, porque el racismo como tal no
existía entonces sino que es un fenómeno actual. Tampoco hubo codicia alguna de
riqueza, puesto que para la corona la medida supuso la pérdida de ingresos para
sus arcas. Además, la situación legal de los judíos de Castilla era la de
“extranjeros tolerados”, de modo que no fue propiamente una expulsión.
-Si no fue una expulsión, ¿qué fue entonces?
-Estrictamente,
una suspensión del permiso de permanencia en España, a modo de pasaporte
actual, sin que ello representase injuria alguna, tal y como sostiene el
postulador de la causa de beatificación, Anastasio Gutiérrez. En el mismo
decreto de los reyes se apelaba exclusivamente al “gran daño, detrimento y
oprobio de nuestra santa fe católica”. Recordemos que a Isabel, en el momento
de su proclamación, se le tomó juramento en presencia del nuncio apostólico
para mantener a sus súbditos “como Dios mejor le diese a entender”. Poco
después, ella consagró su reino a Dios en la iglesia de San Miguel de Segovia,
de modo que con el decreto de expulsión no hizo sino obedecer un deber de
Estado y cumplir un juramento. Podríamos estar hablando largo y tendido sobre
este controvertido asunto, pero invito al lector a despejar sus incertidumbres
en mi libro.
-¿Y qué les puede decir a quienes condenan la Inquisición por
considerarla un instrumento represor y cruel para los no cristianos?
-Los historiadores han centrado su atención en los aspectos
secundarios e intrascendentes, pasando por alto la verdadera razón que puso en
marcha todo el aparato inquisitorial del reino de Castilla: el fenómeno
religioso de los “conversos”. Me refiero a los judíos que abandonaban
externamente su religión mosaica y recibían incluso el bautismo cristiano, pero
seguían siendo en secreto tan judíos como antes, tratando incluso de arrastrar
a los demás a sus ritos mosaicos. Por otra parte, el nacimiento del Santo Oficio en Castilla no
fue un invento de los Reyes Católicos. El antecedente más
importante se remonta a la delegación del Papa Nicolás V al rey Juan II de
Castilla, en 1451. Remito al lector de nuevo a mi libro, porque es imposible
ventilar este asunto con tanta premura.
-Ahora que algunos pretenden expropiar a la Iglesia nada menos que la
catedral de Córdoba, ¿qué puede objetar sobre la tan vituperada reconquista del
reino de Granada?
-La reconquista de Granada fue, antes que nada, la culminación
de un largo proceso de recuperación del suelo patrio, basada en el ideal
renacentista de la unidad nacional bajo un Estado de corte moderno. Con la
recuperación de Granada, Isabel
y Fernando no hicieron sino coronar una empresa comenzada en el año 718 en
Covadonga y continuada durante casi ocho siglos. La Reconquista fue
acordada por iniciativa de Isabel ya en las capitulaciones matrimoniales y
decretada en las Cortes de Toledo de 1480.
-Y como colofón a la “leyenda negra” contra Isabel no podía
faltar el Descubrimiento y evangelización de América. ¿Qué puede alegar ante
quienes aseguran que el principal móvil de la expedición de Colón fue la
consecución de riquezas para la corona?
-Del arsenal documental de la Positio emerge la principal razón del
Descubrimiento: la expansión de la fe de Cristo. Nada, por tanto, de cálculos
crematísticos futuros en esta empresa. Es más: la reina llegó a ofrecer sus
propias joyas como garantía de un préstamo para financiar la expedición.
Podemos afirmar así con el postulador de la causa de beatificación, que a Isabel se debe la incorporación de América a
la civilización occidental y la impronta de la
cristianización del Nuevo Mundo, sólo comparable a los otros dos hechos
misioneros trascendentales: la evangelización de los pueblos del Mediterráneo y
la de los pueblos bárbaros de Europa. Casi nada.
No sabemos si la Reina Isabel I de Castilla será llevada a los altares... lo que es indudable es que esta mujer, a más de 500 años de distancia, reinó, pensó y vivió teniendo presente lo que ella consideraba entonces como la verdad absoluta y que no era otra cosa que su fe en Cristo y en su mensaje, en sus valores y en su Evangelio... no la analicemos, y sobre todo no la juzguemos, con ojos y mente de hombres y mujeres del siglo XXI... nada más.
Seguramente hizo por la Iglesia, entonces, mucho más que algunos ahora...
“La vida de Isabel fue siempre católica y santa” (Cristóbal Colón)